Acidez durante el embarazo: cómo evitar el temido reflujo

  • El ardor de estómago suele aparecer durante el tercer trimestre de embarazo.

  • Para prevenirlo, habrá que tomar agua en abundancia y mantener una dieta sana y equilibrada.

El ardor o acidez es una molestia digestiva que se produce cuando el ácido del estómago pasa al esófago, provocando una sensación de quemazón en la zona del pecho y la garganta. Durante el embarazo las causas que lo provocan pueden ser diversas. La mayor parte de las veces es porque la hormona progesterona hace que la válvula que separa el estómago del esófago se relaje y esto permite que los contenidos ácidos del estómago pasen con mayor frecuencia al esófago.

También puede ser producida por el tamaño del útero, que va agrandándose según avanza la gestación, comprimiendo así el estómago y dificultando la digestión. Esta presión puede hacer que el contenido del estómago suba hacía el esófago y provoque una sensación de “tener siempre comida en la boca”.

Síntomas

Los síntomas son claros: problemas para conseguir tragar la comida, dolor de garganta, producción excesiva de saliva, dolor en el pecho debido a la quemazón, sensación de ‘fuego’ en la boca del estómago, sabor ácido o amargo en la boca, pérdida de peso y sensación de fatiga o náuseas.

Cuando notes que el ardor comienza a aparecer, lo mejor será que bebas agua en pequeñas cantidades. También, la fruta fresca como el plátano te ayudarán a aliviar esa sensación de quemazón. Los pequeños masajes en el vientre harán que te sientas mejor y que disminuya esta desagradable sensación. Además, no descansar puede provocar que el ardor persista. Por ello, habrá que descansar con asiduidad, y en la medida de lo posible, y más si tu estado de gestación es avanzado.

¿Qué hacer si tengo ardor?

Normalmente la acidez suele aparecer en el tercer trimestre, aunque hay mujeres que lo presentan antes y otras que tienen la suerte de no padecerlo. Para prevenir el ardor habrá que seguir unos hábitos alimentarios adecuados. Además, el exceso de comida es un factor importante a la hora de sufrirlo. Por ello, habrá que evitar los atracones y las comidas pesadas y copiosas.

También será recomendable hacer varias comidas al día y en cantidades pequeñas. Esto te ayudará a saciar el hambre y evitar llegar con ansia a las siguientes comidas. Además, se tendrá que ingerir la comida sin prisa, tomándose el tiempo necesario para masticar bien y favorecer la digestión. De la misma manera, habrá que eliminar los alimentos que eleven el nivel de acidez: los grasos, picantes, las frutas cítricas… Igualmente, bebidas como café, refrescos con cafeína, bebidas azucaradas y con gas.

¿Cómo evitarlo?

Para evitar que se irrite la pared del estómago también conviene no tomar bebidas muy calientes o muy frías. Asimismo tampoco será adecuado que te tumbes nada más terminar de comer o cenar; la posición horizontal favorece la acidez. Por la noche, se tendrá que cenar dos o tres horas antes de irse a la cama y siempre deberá ser platos ligeros. Lo ideal será hacer ejercicio de forma habitual para mantenerte en el peso ideal y cuidar el nivel de ansiedad.

Tampoco será idóneo fruta en ayunas ya que estimula la secreción de ácidos. Opta por comidas ligeras como a la plancha, al horno, papillote, vapor o hervido. También, se deberá beber agua lentamente y no tomar más de un vaso de agua en las comidas principales. Además, lo ideal será evitar la ropa más ajustada, sobre todo en la zona del abdomen y la cintura.

¿Cómo desaparece el ardor estomacal?

Por tanto, padecer acidez durante el embarazo es totalmente normal. Los estudios apuntan que más del 50% de las gestantes experimentarán alguna vez ardor, pirosis o acidez durante el embarazo. Lo ideal será hacer todo lo posible para prevenir el ardor y hay que tener en cuenta que, cualquier medicamento que se tome durante el embarazo, tendrá que ser prescrito por un médico.

Por lo general, la acidez se cura después del parto sin que suponga mayor complicación; el estómago vuelve a tener más espacio en la zona del abdomen y las hormonas femeninas vuelven a la normalidad. Sin embargo, en las mujeres que hayan ganado mucho peso durante los meses de gestación, será normal que los síntomas permanezcan durante más tiempo.

En algunos casos, el ardor puede ser tan persistente y molesto que puede ocasionar una esofagitis; una situación dolorosa que puede permanecer después del parto y debe ser evaluada por un gastroenterólogo.