Sencillas y muy útiles: la importancia de elegir la alfombra de juegos adecuada para el bebé

  • Estas alfombras favorecen el desarrollo motor y la curiosidad del bebé, pero también pueden ser un foco de infecciones. Además, pueden quedarse obsoletas en cuestión de meses.

Las alfombras de juegos son uno de los entretenimientos favoritos de muchos bebés hasta que cumplen los 18 meses. Con esos colores, texturas y formas, invitan a los niños a desarrollar sus sentidos y sus músculos, en un entorno controlado y seguro para ellos; estas alfombras acolchadas les protegen del frío y la suciedad del suelo.

Se trata de juguetes cálidos, bonitos y divertidos con muchos beneficios. En Divinity.es te contamos cómo escoger la mejor para tu bebé.

¿Cuáles son sus ventajas?

Las alfombras de juego están específicamente diseñadas para favorecer el desarrollo temprano del niño. Casi todas ellas cuentan con elementos interactivos, como formas de distintas texturas y colores u elementos sonoros, que favorecen el desarrollo sensorial y la coordinación del bebé. En algunos casos, cuentan con sistemas de vibración que fomentan las habilidades motoras del niño.

Estos juguetes son decorativos y funcionales. Sus colores no solo resultan muy divertidos en la habitación del niño, sino que favorecen su curiosidad. El bebé querrá verlo y tocarlo todo, favoreciendo que tenga muchas más experiencias sensoriales que si estuviese simplemente tumbado en su cuna.

¿Cuáles son sus desventajas?

Ahora bien, no todo son maravillas con estas alfombras. Este juguete puede ser un nido de ácaros que favorezca la aparición de infecciones; nada que no se pueda arreglar con una limpieza consciente del sitio. Muchas están fabricadas con materiales en los que se puede pasar un paño: se recomienda hacerlo antes y después de cada uso, para asegurar la integridad del bebé.

El otro gran problema de estas alfombras es que su ciclo de vida suele ser corto. Si el juguete no es acorde a la edad del bebé, no le proporcionará ningún beneficio. Durante los primeros meses de vida, los niños tienen un desarrollo muy rápido, y es posible que la alfombra se quede obsoleta en cuestión de un par de meses. Para que esto no ocurra, lo mejor es ir instalando los accesorios en la alfombra conforme el bebé los vaya necesitando.

Una alfombra para cada edad

Lo ideal es que, entre los tres y los cuatro meses, momento en el que empieza a estirarse y lanzar las manos al aire, os hagáis con una manta estimulante para que juegue. Aunque en ese momento no podrá distinguir correctamente los colores, apreciará los contrastes y las formas, y quedará hipnotizado por la alfombra. Con ella comenzará a hacer ejercicios que favorecerán que se ponga de pie.

Alrededor de los seis meses comenzará a apreciar los sonidos y hará sus asociaciones lógicas, que progresarán en las semanas siguientes. Lo ideal es que en ese momento su alfombra le permita asociar sensaciones e ideas, que cuente con muchas texturas que le remitan a otras imágenes cotidianas. Un trocito de plástico que le recuerde a su bañera, tejido esponjoso como el de su toalla…

Una vez empiece a andar, la alfombra de actividades no tiene por qué quedar obsoleta: puede servir como zona de juegos. Deja que ocupe un lugar importante en su habitación, para que él pueda completarla con peluches y juguetes. Aprovecharéis la alfombra una larga temporada.

Temas