Hormona antimülleriana, clave en la reproducción asistida: todo lo que debes saber de su papel en la concepción

  • En el mundo de la reproducción asistida, la hormona antimülleriana juega un papel fundamental. Gracias a esta hormona se puede conocer la cantidad de óvulos que puede generar una mujer.

  • A aquellas mujeres que quieran someterse a este proceso se les recomendará que se realicen un análisis de la hormona antimülleriana.

En el mundo de la reproducción asistida, la hormona antimülleriana es muy conocida. Gracias a esta, se puede conocer la cantidad de óvulos que una mujer puede generar a partir de un momento determinado de su vida. Es decir, será esta la que nos indique la reserva ovárica de cada mujer y, para conocer esta reserva ovárica, lo más recomendable será realizar un test de fertilidad, una prueba completamente imprescindible para aquellas mujeres que quieren planificar su maternidad.

Con esta prueba se puede conocer la cantidad de ovocitos que una mujer tiene disponible y, de esta manera, decidir cómo y en qué momento se quiere ser madre. Aunque eso sí, se trata de una hormona que, también, se encuentra tanto en hombres como en mujeres, aunque con funciones muy diferentes. Su principal función consiste en la diferenciación sexual en el estado embrionario.

Qué es la hormona antimülleriana

En los embriones masculinos suele expresarse de forma temprana y su función será la de inhibir el conducto de Müller. Es decir, la estructura embrionaria que formará el útero y las trompas. En los embriones femeninos suele aparecer más tarde, cuando ya están formados el útero y las trompas. Además, en las mujeres adultas se expresa a través de los folículos ováricos y, también, controla la producción de los folículos primarios. Por tanto, en la práctica clínica, esta hormona se está utilizando cada vez más para medir cuántos óvulos válidos quedan en los ovarios.

Otras formas de medir la reserva ovárica

Hasta ahora se habían aplicado otros métodos menos fiables o que están más sujetos a variaciones para medir esta reserva ovárica. Por ejemplo, hace muchos años, tan solo se utilizaba la edad como predictor de cuántos óvulos de buena calidad quedaban en el ovario. Sin embargo, no era una estimación muy fiable, ya que puede haber mujeres jóvenes con baja reserva y mujeres que han pasado la barrera de los 40 y que aún conservan su gran reserva ovárica.

También, se puede medir la reserva ovárica haciendo una ecografía y contando los folículos antrales, es decir, los folículos iniciales que empiezan a crecer, pero este recuento habrá que hacerlo al principio del ciclo, cuando el ovario está en reposo. Otro método para medir la reserva ovárica de forma más precisa es evaluar la hormona estimuladora del folículo. Esto se tendrá que realizar en el tercer día del ciclo ovulatorio. Por tanto, la hormona antimülleriana presenta la ventaja de que no varía con el ciclo ovulatorio y se puede determinar en cualquier momento del ciclo.

Qué niveles entran dentro de la normalidad

Como ya hemos comentado, la edad será un factor que influirá sobre la cantidad y la calidad de los óvulos, pero habrá que tener en cuenta que no todas las mujeres son iguales. Por eso, conocer los niveles de esta hormona será muy importante y útil para detectar, con más precisión, el estado de fertilidad en cualquier momento. En mujeres menores de 35 años, será un valor elevado más de 4.0 ng/ml, los valores normales estarán entre el 1.5-4.0 ng/ml, los valores bajos corresponderán entre el 0.5-1.5 ng/ml y, por su parte, los valores muy bajos harán referencia a menos de 0.5 ng/ml.

Para qué sirve el análisis de la hormona antimülleriana

A partir de los 35 años será normal que los valores vayan disminuyendo de manera fisiológica, es decir, por los efectos propios del envejecimiento natural del ovario. Por tanto, en el caso de que estés pensando en la reproducción asistida, el especialista recomendará un análisis de la hormona antimülleriana. Su principal utilidad es analizar los niveles de esta hormona para saber el estado de la reserva ovárica y, así, poder saber cuál es el mejor tratamiento para cada paso en particular.

Eso sí, ninguna prueba será capaz de predecir con una precisión del cien por cien si será posible o no lograr el embarazo. Lo que hará saber los niveles de la hormona antimülleriana será ayudarnos a elegir la mejor opción terapéutica para cada paciente. En los casos en los que se determine que la reserva ovárica es buena y no consigue el embarazo será necesario realizar otras pruebas para intentar saber cuál es la causa de la infertilidad. En el caso de que se detecte que la reserva ovárica es muy comprometida podrá ser necesario recurrir a un tratamiento de FIV por ovodonación.