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Las nuevas tecnologías han revolucionado por completo nuestras vidas y, también, la forma en la que nos expresamos y relacionamos. Por eso, una de las fórmulas que más éxito está teniendo, en los últimos tiempos, son los audiocuentos infantiles, que se han convertido en todo un ‘boom’ y una forma fácil, divertida y distinta de contar las mejores historias a los más pequeños. Sí que es cierto que muchos padres se preguntan si esta es la mejor opción para que sus hijos disfruten de los cuentos, ya que mantenerse, a una edad temprana, alejados de las nuevas tecnologías será la apuesta de los progenitores.
Aún así, tenemos que tener en cuenta que los cuentos son imprescindibles para el desarrollo de los pequeños. Además de aprender una infinidad sobre distintas materias básicas en su vida y en su día a día, también podrán hacer uso de su imaginación y desenvolverse mejor con el ambiente que les rodea, aprendiendo y leyendo cuentos. Por eso, estos serán fundamentales en su vida y será tarea de sus padres que sean ellos quienes se los lean o se los cuenten. Aún así, para aquellos que tienen vidas ajetreadas, siempre se podrá combinar con los audiocuentos.
Sí que es cierto que no podemos negar que vivimos en un mundo rodeado de nuevas tecnologías y que podremos querer que nuestros pequeños vivan alejados de ellas, pero será bastante complicado. Así, nos podemos encontrar con pequeños que saben desenvolverse perfectamente usando un móvil o una Tablet. Por eso, será bueno que los pequeños hagan un uso responsable de estos aparatos y mucho más si es para aprender o para divertirse.
Por tanto, si decidimos que nuestros pequeños combinen los cuentos físicos con los audiocuentos podremos influir en su desarrollo de forma muy positiva. De esta forma, los cuentos les abrirán la puerta a la fantasía y a la creatividad, desarrollarán su imaginación, aumentarán su vocabulario, generarán diversas respuestas a sus inseguridades, miedos, temores, celos, abandono… También, será una ventaja para aquellos padres que no se les dé especialmente bien eso de contar cuentos.
Este recurso servirá para que, también, aprendan a relatarlos posteriormente. Además, los audiocuentos utilizarán distintos recursos para llamar la atención de los más pequeños, dando paso a sonidos como la lluvia, los truenos, el viento, así como distintas voces para cada uno de los personajes. Esto llamará la atención de los más pequeños y probablemente les deje fascinados.
De la misma forma, podrá aportarle otros beneficios, como fortalecer la capacidad del niño para escuchar y prestar atención y fomentar que los pequeños sean capaces de visualizar una historia mediante el uso de su imaginación. También, puede ser que los pequeños se introduzcan en el hábito de la lectura de forma más rápida y, además, introducirá al niño en cuentos que estén por encima de su nivel de lectura. También, supondrán una herramienta motivadora para aquellos niños que tienen dificultad de aprendizaje, como la dislexia o los problemas en el campo visual.
Otro beneficio es que servirán para ampliar el lenguaje de los pequeños. Eso sí, al igual que hemos comentado las ventajas, también tendremos que hablar de sus inconvenientes. Al dejar que nuestros hijos escuchen solos esos audiolibros probablemente le faltará ese calor humano o a su progenitor acurrucado al lado mientras le lee un cuento. Tampoco habrá interactividad, algo que será muy importante y básico para los pequeños a edades tempranas. También, al no estar el padre o la madre presente, puede ser que al pequeño le surjan distintas dudas que no va a poder disipar.
Además, es precisamente a través de las preguntas cuando el pequeño puede comprender un poco más lo que le están contando y, también, será una forma con la que puede aprender mucho más. Así, interiorizarán tanto vocabulario como distintos valores que podrán trasmitirle los cuentos. Por tanto, como ya hemos visto, los beneficios de los audiocuentos serán infinitos, pero también habrá ciertas desventajas, aunque nada que no pueda solventarse. Y más si los pequeños cuentan con la ayuda de sus padres, que les ayudarán a comprender mejor la realidad y, también, acompañarán a los pequeños en esta bonita y enriquecedora experiencia.
Aún así, sí que es cierto que los expertos siempre optan porque los pequeños hagan uso de los cuentos de toda la vida, de forma física. Pero serán los progenitores quienes tendrán la última palabra y quienes decidirán qué es lo mejor para sus hijos y, también, para ellos mismos.