De los laterales o la funda al tratamiento: los beneficios de elegir un buen colchón para tu bebé

  • El descanso de los niños será muy importante durante sus primeros meses de vida. Por eso, habrá que proporcionarles las mejores herramientas.

  • Para ello, los niños tendrán que dormir sobre un colchón que se adapte a sus características y que sea totalmente cómodo.

El descanso de un bebé es una de las cuestiones más importantes en su desarrollo y que más suele preocupar a los padres. Esto se debe a que, si sus pequeños no descansan bien, ellos tampoco lo harán correctamente. Será muy importante que los bebés tengan una rutina de sueño y que este sea reparador. Es por esto que habrá que preocuparse por el colchón y la almohada donde descansan nuestros hijos, ya que serán parte fundamental de su descanso.

Así, descansar en cada etapa de vida será muy importante. No habrá que fijarse tanto en la cantidad de horas y sí más en la calidad del sueño. Si no lo hacen bien, se podrán mostrar irritables, con una disminución de la actividad en su día a día y, también, con falta de concentración. Todos estos síntomas nos indicarán que el pequeño no está descansando de forma correcta. Si queremos comprarle un buen colchón a nuestro pequeño tendremos que saber qué características deben cumplir. En Divinity, te las contamos.

Qué debes saber de los colchones para bebés

Un colchón estándar tendrá varias partes. El núcleo será la parte central del colchón y las materias que nos podemos encontrar, de forma más frecuente, son los muelles, la espuma y el látex. Los núcleos de muelles proporcionarán más firmeza y durabilidad. Por su parte, los de espuma suelen ser los más transpirables y cómodos, mientras que los colchones de látex hacen que el colchón sea mucho más adaptable. Otra de las partes básicas del colchón será el acolchado, es decir, las capas que recubren el núcleo. Generalmente pueden ser de viscoelástica, látex, algodón y lana, espumación HR y micromuelles.

Serán muy importantes los laterales, la funda o la tapicería y los tratamientos. Por su parte, la almohada estará fabricada en un mismo material y se compondrá de un núcleo, funda y sus respectivos tratamientos. Una vez que tenemos claro qué es lo que nos vamos a encontrar en el mercado, nos podremos ir haciendo una idea de lo que realmente queremos. Lo primero que habrá que tener en cuenta, en relación con el sueño del bebé, es que estos tendrán que dormir boca arriba y con la cabeza girada a un lado. Además, será muy importante despejar su zona de sueño para evitar posibles asfixias. Tampoco habrá que taparlo en exceso y, lo mejor, será dejar la manta por debajo de las axilas.

Cómo tiene que ser ese colchón

Respecto al colchón, este tendrá que ser lo suficientemente firme para que no se hunda la cara del bebé. Deberá ser transpirable, ya que los pequeños suelen sudar, sobre todo al principio, debido a que su sistema termorregulador no está del todo desarrollado. En cuanto al grosor del colchón, este dependerá del material con el que esté fabricado. Con el paso del tiempo, cuando ya haya desaparecido el SMSL (Síndrome de la Muerte Súbita en Lactantes), lo mejor será que os hagáis con un colchón más firme, pero que se adapte a su cuerpo.

Cuando ya crecen un poco más habrá que guiarse por su tamaño y peso. También, habrá que valorar la postura en la que duerme. Además, habrá que fijarse en otras características propias del niño, como si vomita mucho, si suda… Todos estos aspectos habrá que tenerlos en cuenta para hacer una buena elección.

Y la almohada...

Una de las preguntas que te podrás hacer es cuándo ponerle la almohada. Pues bien, habrá que hacerlo cuando el pequeño comience a estar incómodo sin ella. Lo notaréis, sobre todo si hacéis colecho, porque el bebé comenzará a subir la cabeza buscando vuestra almohada. Para las primeras almohadas suelen recomendarse unas de algodón, que serán más blanditas y de bajo espesor. Así, el grosor dependerá del tamaño del pequeño, tendrá que ser transpirable, con una funda lavable e hidrófuga.

Una vez que ya tenemos nuestra almohada y nuestro colchón será muy importante seguir una serie de recomendaciones de cuidado. Por ejemplo, habrá que ventilar la habitación durante unos cinco o diez minutos. También, al ser el colchón reversible habrá que darle la vuelta una vez al mes. Además, habrá que limpiar las manchas y usar una funda de algodón, que ayudará a que no llegue el sudor.