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El riesgo de una mujer de padecer cáncer de ovarios durante el transcurso de su vida es de aproximadamente 1 en 78. Aún así, la tasa de mujeres diagnosticadas ha estado disminuyendo lentamente por los últimos 20 años. La mayoría de mujeres que lo sufren son mayores de 45 años, por lo que están muy alejadas de la edad fértil. Será muy importante acudir a todas las revisiones necesarias para detectar de forma temprana la aparición del tumor, que ocupa el sexto lugar entre los malignos que puede afectar a las mujeres. Por detrás del cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de útero y de los linfomas.
Desafortunadamente, este tipo de cáncer no puede detectarse a través de una exploración, como puede suceder con el de mama. Como ya hemos comentado, este tipo de cáncer afecta a mujeres por encima de los 40 años, aunque el riesgo de padecerlo en edad tempranas es cada vez más probable. Por eso, las mujeres en edad fértil que lo han superado suelen recurrir a la reproducción asistida para cumplir su sueño de ser madres.
Los síntomas del cáncer de ovarios son variados y pueden confundirse, a menudo, con trastornos más leves como problemas gastrointestinales. Estos síntomas incluyen el aumento del tamaño abdominal e hinchazón permanente, dificultad en la ingesta o sentirse llena con rapidez, también el dolor abdominal o pélvico y la necesidad de orinar con más urgencia o con mayor frecuencia.
En la sociedad actual existen pocos límites para ser madre; gracias a los avances en el área de reproducción se ha conseguido que mujeres que han pasado un cáncer de ovarios puedan ser madres. En el cáncer de ovarios, son estos órganos los que se ven afectados, además del útero o el endometrio. Por ello, muchas mujeres suelen perder al menos uno de los ovarios, lo que reduce sus posibilidades de gestar. En ese caso, si la enfermedad solo afectó a un ovario podrá lograrse un embarazo con el órgano que está sano. Las probabilidades se reducen a la mitad, pero no está todo perdido.
Desde la Fundación Dexeus Salud de la Mujer explican que la única manera de preservar la maternidad al estar sufriendo cáncer de ovarios será la vitrificación de ovocitos. Esta técnica se consigue por medio de la estimulación ovárica durante dos ciclos menstruales. Esto conlleva la hiperovulación para que existan más óvulos que extraer. Estos ovocitos se congelan con la previsión de que sirvan en un futuro, aunque lo primero será superar el cáncer. Todo esto se podrá llevar a cabo si no se tiene que extirpar el útero, debido a la situación del tumor.
En esta misma clínica, hace diez años, una mujer se sometió a dos ciclos de estimulación ovárica para obtener ovocitos para su congelación. Tras terminar este proceso, se sometió a una segunda intervención quirúrgica para extirpar el otro ovario. Un año y medio después, tras superar el cáncer, le implantaron parte de los embriones resultantes de los ovocitos vitrificados y, 39 semanas después nació su hijo. El tratamiento al que se sometió la mujer alcanzó un precio de más de 15.000 euros, que fue financiado íntegramente desde la fundación.
El de Vanesa fue el primer caso en España de una mujer que ha sido madre por una vitrificación realizada en el transcurso de un cáncer de ovarios y solo se había dado, hasta la fecha, en otro caso similar. Aunque el caso de Vanesa fue muy concreto, sí que nos explica que existen posibilidades para mujeres que se deben someter a una terapia oncológica por tumores en el aparato reproductivo y que quieren preservar la fertilidad.
Por tanto, la vitrificación de ovarios se ha convertido en una de las técnicas más usadas cuando se trata de cánceres ginecológicos como endometrio, cérvix u ovario. El tratamiento y el estadiaje de la enfermedad conlleva la realización de de cirugías pélvicas en las que se comprometen los órganos reproductivos, siendo muy difícil la posibilidad de preservar la fertilidad. Cuando estos cánceres se dan en mujeres jóvenes que aún no han tenido descendencia, y siempre en estadios tempranos, normalmente se plantea la realización de una cirugía conservadora, manteniendo las posibilidades de embarazo.
Cabe destacar que, de todos los cánceres de ovario, más del diez por ciento se diagnostican en menores de 44 años y la gran mayoría de encuentran en estadios avanzados. Además, se considera que un 20% de este tipo de cáncer podría ser subsidiario de tratamientos para preservar la fertilidad. No obstante, es importante conocer que existe esa posibilidad y que, según el caso, la preservación de la fertilidad abre una vía para que estas mujeres puedan ser madres en un futuro, no muy lejano.