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Cuando existen dificultades para conseguir un embarazo de manera natural, los avances médicos ponen diferentes soluciones a nuestro alcance, y una de las más utilizadas es el tratamiento con clomifeno. Se trata de un medicamento que se administra para inducir la ovulación en aquellas mujeres que tienen problemas para ovular y están buscando un embarazo. En general, se trata de mujeres que no ovulan, tienen ciclos irregulares o padecen el Síndrome de Ovario Poliquístico.
Aunque normalmente se utiliza para tratar a mujeres, también puede ayudar a aquellos hombres que presenten un desequilibrio hormonal que afecta a la cantidad, movilidad y calidad del semen.
Es un tratamiento de baja complejidad, y se indica tanto para acompañarlo de relaciones sexuales programadas como en tratamientos de inseminación artificial o fecundación in vitro.
El clomifeno favorece la estimulación de las hormonas responsables del crecimiento y la maduración de los folículos que contienen los óvulos, haciendo que estos también crezcan. Cuando la ovulación se produce de manera natural, normalmente es un solo folículo el que se desarrolla y permite la maduración del óvulo. En cambio, cuando se realiza un tratamiento con clomifeno, pueden desarrollarse varios folículos con sus correspondientes ovarios, y producirse un embarazo múltiple. Por este motivo se hace un control ecográfico constante que permita mantener el proceso bajo control.
El clomifeno ha de tomarse siempre por indicación médica y bajo supervisión. La administración se hace por vía oral en forma de comprimidos, por lo que hablamos de un tratamiento sencillo de llevar a cabo. Los comprimidos se toman durante cinco días al comienzo del ciclo y se comienza con una dosis baja hasta ver cuál es la respuesta ovárica. Si esta no se produce, se repite el tratamiento en el ciclo siguiente aumentando la dosis de manera progresiva o se adelanta unos días la administración del medicamento.
La respuesta va a depender de la actividad hormonal de cada mujer, y puede ser positiva desde el primer ciclo. Se calcula que alrededor del 75% de las mujeres que toman clomifeno consiguen ovular a lo largo del tratamiento. No se recomienda prolongarlo más de 6 ciclos si no hay una respuesta, y si esto ocurre los médicos suelen recomendar otros tipos de tratamiento. En cualquier caso, la decisión de continuar o no con la administración de clomifeno más allá de los ciclos recomendados va a depender de cada mujer y de factores como la edad o la calidad del semen.
Antes se recomendaba la toma de estrógenos junto con el clomifeno, porque este último es antiestrogénico y se pensaba que este efecto secundario podría disminuir las posibilidades de embarazo, pero se comprobó a través de diferentes estudios que esto no era así.
Como hemos dicho, la administración de clomifeno suele comenzar el quinto día del ciclo, aunque se puede adelantar algún día según la respuesta al tratamiento. Cuando el ciclo es irregular o hay ausencia de menstruación (amenorrea) hay médicos que comienzan por administrar un tratamiento que ayude a inducirla para tener una referencia del proceso de ovulación. Una vez que se produce la menstruación se comienza con el tratamiento de clomifeno.
Antes de comenzar un tratamiento con clomifeno, lo esperable es que se realice una valoración médica para descartar, por ejemplo, cualquier tipo de enfermedad hepática. El seguimiento ecográfico también comienza antes de iniciar el tratamiento, para examinar el estado de los ovarios y comprobar que no hay restos de folículos de ciclos anteriores que puedan entorpecer la eficacia del tratamiento en el ciclo presente.
A los 12 días del ciclo una nueva ecografía permite observar si los folículos han comenzado su desarrollo y qué cantidad hay de estos. Si no hay crecimiento se espera unos días y se repite la ecografía. Es necesario conocer mediante esta información cuándo se va a producir la ovulación, bien para saber cuál es el momento idóneo para mantener relaciones sexuales, bien para realizar la inseminación artificial cuando sea conveniente.
También es importante saber la cantidad de folículos y su tamaño para evitar la posibilidad de un embarazo múltiple, a menos que este supuesto no suponga un inconveniente para los padres. En caso contrario, es preferible esperar al siguiente ciclo y reducir la dosis para que disminuya el riesgo de que se desarrollen demasiados folículos.
Las principales ventajas del tratamiento con clomifeno es que es sencillo de administrar y tiene un bajo coste, además de una alta efectividad, lo que lo posiciona como el primer tratamiento a elegir a la hora de tratar la infertilidad en mujeres, sobre todo cuando es de origen desconocido. Se puede controlar con facilidad la administración de la dosis y los efectos secundarios son escasos.
Entre los inconvenientes existe la posibilidad de padecer riesgos en el embarazo, como que este sea ectópico o el parto prematuro, aunque no está claro que el clomifeno sea la causa. Con este tratamiento aumentan las posibilidades de partos múltiples, la mayoría de ellos gemelares, con las correspondientes complicaciones que conllevan. Es poco frecuente la hiperestimulación ovárica, aunque también puede darse y no ofrece grandes complicaciones. También se pueden experimentar mareos, náuseas o sofocos durante el periodo que se realice el tratamiento.