Mejores posturas para mamá y bebé y mayor comodidad: beneficios del cojín de lactancia

  • El cojín de lactancia nos ayudará a dar el pecho al bebé durante la noche en una buena postura.

  • Además, hará que destensionemos la zona de la espalda y los brazos. También, servirá para encontrar la postura correcta durante el embarazo.

Cuando vamos a ser madres, probablemente nos sintamos abrumadas por la variedad de productos de puericultura que nos encontramos en el mercado. Nuestra función será informarnos y preguntar a las madres con experiencia cuáles son imprescindibles y cuáles no pasará nada si no nos hacemos con ellos.

Uno de los productos más recomendados es el cojín de lactancia, también llamado cojín para amamantar o almohada de lactancia. Para comprender su importancia tendrás que tener en cuenta la de horas que pasarás en la misma postura al darle el pecho a tu bebé. Normalmente suelen mamar cada dos o tres horas, sobre todo en las primeras semanas de vida.

Para qué sirve

Por ello, contar con un cojín que nos facilite la postura y que haga que esas horas, además de en vela, no las pasemos con dolor. El cojín de lactancia puede tener distintas formas y longitudes. Además, esta diseñado para ayudar a la madre a amamantar a su bebé de una forma correcta y cómoda.

También, sirve como soporte para cargar el peso del bebé y no tenerlo que tener todo el rato en brazos. Por eso, mantendrás una postura correcta sin forzar la espalda y los brazos. No solo disfrutarán de sus beneficios aquellas madres que den el pecho a sus bebés, si no aquellas, también, que les den leche artificial. Les permitirán tener una mano libre sin cargar con el peso del bebé en un solo brazo.

Además de durante la lactancia, también podrás disfrutar del cojín durante el embarazo. Este servirá para encontrar la postura correcta durante la noche o cuando te sientas incómoda al sentarte en el sofá. Cuando el bebé sea más mayor le podrá servir de soporte trasero y lateral para mantenerse sentado. Antes de hacerte con cualquier cojín de lactancia, lo mejor será que eches un vistazo a todas las variedades que hay en el mercado y elijas el que crees que más se puede adaptar a ti.

Tipos de cojín

Respecto a los tipos que podrás encontrar en las tiendas especializadas, nos encontramos con los cojines de herradura o en U. Estos son semirrígidos y de tamaño pequeño, se introducen en la cintura de la madre por la parte de abierta y se ajusta a su contorno para colocar al bebé encima. La ventaja que este tipo proporciona es que la forma es cómoda y manejable y será la mejor opción para sacarla de casa. También, está el cojín de churro o serpiente, que suele ser más alargado, completamente abierto y blando. Además, son grandes, lo que hace más complicado sacarlos de casa.

Según su relleno también podemos hacer diferencias. Los de microperlas permiten amoldar el cojín a la forma que quieras y no pesan. Además, se pueden lavar en la lavadora y en la secadora sin ningún problema. Por su parte, los cojines que están hechos en fibras de poliéster tienen una forma preestablecida, esto hace que se adapten a zonas específicas del cuerpo y repartan la presión ejercida a una zona concreta. Los de semillas naturales cuentan con un relleno transpirable y un olor natural muy agradable. También, es apto para alérgicos.

Ventajas del cojín de lactancia

Por tanto, la mayor ventaja que incluyen los cojines de lactancia es que podrás estar cómoda con tu bebé encima. Además, si tienes dolores de espalda, este te ayudará a destensionarla y a sentir una sensación de alivio. Es muy importante colocarlo correctamente para que, tanto el bebé como la madre, tengan la postura correcta y la más adecuada para dar el pecho y mamar. Lo mejor será que estéis barriga con barriga y su boca a la altura de la areola. Si durante los primeros días das el pecho de esta manera, lo más probable es que en momentos posteriores te cueste hacerlo sin el cojín de lactancia.

Las posturas

Para dar el pecho podrás amoldarte a distintas posturas. La de cuna es la más habitual; tendrás que coger a tu bebé y colocar el cojín alrededor de tu cintura y debajo de los brazos. Una vez ajustado el cojín tendrás que colocar al niño sobre su barriga pegada a la tuya y la boca a la altura del pecho. La postura de rugby será sentada y con el cojín alrededor de tu cuerpo. En este caso, tendrás que tumbarlo sobre el cojín pasando sus piernas por debajo de tus brazos. Su cabeza quedará frente al pecho.

Otra postura muy recurrida será cuando estemos tumbadas. Se trata de lo más cómodo y lo que más gusta para cuando das el pecho a tu hijo por las noches, ya que no te tendrás que incorporar. El problema aparecerá cuando tu bebé sea muy pequeño y tu pecho muy grande, ya que el niño tendrá problemas para alcanzar el pezón correctamente. Aún así, el cojín le dará altura para poder colocar su boca frente a la areola y pegar su barriga contra la tuya.