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Cortar las uñas al bebé será algo necesario, pero que se podrá convertir en una auténtica tortura para los padres. Además, existen una infinidad de mitos sobre este tema, sobre todo en la primera vez. Y lo cierto es que no existe limitación alguna para cortarle las uñas a tu bebé. Por naturaleza, los recién nacidos suelen tener una piel muy delicada, ya que han estado durante nueve meses en un ambiente líquido. Esto se aplica, de igual forma, para sus uñas, que, en un primer momento, estarán más blandas y quebradizas.
Lo ideal será esperar hasta que estas se endurezcan un poco, ya que será entonces cuando este proceso sea más fácil. Sí que es cierto que hay algunos niños que nacerán con las uñas más largas ya que tienen un mayor tiempo de gestación y esto puede provocar rasguños que angustiarán a los padres y se convertirá en situaciones más que especiales. En estos casos, se recomendará limar o cortar con cuidado las uñas del bebé.
Como ya hemos comentado, al nacer, las uñas estarán adheridas a la piel, por lo que será más complicado cortarlas. Por eso, será recomendable esperar unas tres o cuatro semanas para que se rebaje su tamaño. Aún así, en el caso de que visualices bien la separación entre la uña y la carne, lo más recomendable será utilizar tijeras. En caso contrario, habrá que dejarlo para más adelante.
Otra manera de rebajar las uñas sin dolor será limarlas utilizando una lima especial para bebés. Así, se evitará que el pequeño se rasguñe y también de que se enganche la ropa o se levanten, ya que, por lo general, las uñas de los pequeños suelen ser más picudas en los extremos.
También habrá que tener en cuenta la periodicidad con la que habrá que cortar las uñas. Será complicado establecer una rutina, ya que las uñas de los bebés suelen crecer muy rápido e, incluso, habrá niños que necesiten hasta dos cortes a la semana. Lo más recomendable será siempre vigilar su crecimiento, aplicándolo también a las uñas de los pies.
Para iniciarse en este mundillo, lo más recomendable será esperar el momento en el que el pequeño esté más relajado. Esto puede ser justo después de un baño, tras ser amamantado o mientras duerme. En el caso de que se trate de un bebé tranquilo puedes intentarlo una vez que esté en el regazo de alguno de los padres. En los primeros meses se deberá hacer con unas tijeras de punta roma, que serán especiales para bebés. En el momento de cortarlas, tienen una forma perpendicular al dedo para evitar aquellos cortes más profundos.
De igual manera, será de vital importancia una buena iluminación para, así, evitar accidentes. También, habrá que sostener la mano con firmeza para contrarrestar cualquier movimiento involuntario y el corte debe hacerse con precisión y firmeza. Por tanto, habrá que evitar ciertos errores comunes como puede ser cortar la uña de forma curva o rebajar la uña demasiado. También, será muy importante utilizar las tijeras bien esterilizadas.
A la hora de cortar, habrá que tener en cuenta que las uñas del bebé se deben cortar en forma cuadrada. De esta manera, se evitará que se puedan encajar en el momento de crecer. Además, algunos padres cometen el error de cortar las uñas al ras de la parte adherida a la piel. De esta forma, se dejará al descubierto gran parte del dedo y habrá posibilidad de infecciones por esa vía.
Será muy importante que destierres ciertos mitos como puede ser el de colocar manoplas a los más pequeños. Esto representa uno de los errores más comunes y es que no habrá que olvidar que, a través de las manos, los pequeños interactuarán con su entorno, y este tipo de accesorios solamente se tendrán que utilizar como resguardo del frío
De esta manera, el tacto les permitirá reconocer a sus padres e interactuar con la madre en el momento de ser amamantados. También, practicarán la succión cuando se llevan el puño a la boca y descubrirán sus facciones. Por lo tanto, dejar sus manos libres y prestar especial atención a sus uñas será fundamental y, sobre todo, saber cuándo necesitan un corte.