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Es posible que alguna vez te hayas planteado donar tus óvulos. Muy probablemente te parecerá un proceso bastante complejo de llevar a cabo y, sobre todo, doloroso. Y lo cierto es que existe mucho desconocimiento sobre esta práctica. Por eso, si estás decidida a dar el paso lo mejor es que acudas a un centro especializado donde te informen sobre los requisitos y cómo proceder.
Un programa de donación de óvulos tiene como objetivo proporcionar la posibilidad de un embarazo a todas aquellas mujeres que, por distintos motivos, presentan problemas para quedarse en estado de gestación. También, para aquellas que se han sometido a procedimientos de fecundación in vitro.
Actualmente es posible extraer ovocitos del donante e inseminarlos con el semen de la pareja receptora. Así, los embriones resultantes podrán transferirse al útero de la mujer receptora, ofreciéndole la posibilidad de quedarse embarazada. Las mujeres que se benefician de este tipo de donaciones son aquellas que presentan algún problema para la producción regular de óvulos y, por tanto, esto dificulta la reproducción. También podrán beneficiarse aquellas mujeres que no poseen ovarios, además de aquellas que presentan ovarios afuncionantes, ya sean por causas genéticas o porque han dejado de funcionar prematuramente.
Por eso, para ellas la única posibilidad de conseguir quedarse embarazadas será a través de una donación de óvulos de otra mujer. Dichos óvulos se inseminarán in vitro con el semen de su pareja y los embriones resultantes se transferirán a la receptora, cuyo útero debe ser normal, aunque no posea la capacidad de producir óvulos. Probablemente si ya te has decidido a donar tus óvulos te preguntarás cuáles son los requisitos que piden las distintas clínicas. El primer requisito será que tendrás que mostrar todos los exámenes médicos necesarios y que no suelen presentar ningún coste.
Para ello, te realizarán una revisión ginecológica con citología y ecografía. Luego, un análisis de sangre; se prestará especial atención al grupo sanguíneo y RH, hemograma, bioquímica, serologías (HIV, VHC, HbsAg, RPR), una analítica hormonal y, también, se realizará una evaluación de riesgo genético. Además, se llevará a cabo un electrocardiograma. En la clínica te entregarán un cuestionario donde harán referencia a diversos factores como los antecedentes médicos personales y familiares y tendrás que hacer un test psicológico. Luego, la empresa presentará la documentación informativa, el contrato y el compromiso de colaboración que tendrás que firmar.
También podrán pedir una fotografía. Este punto será importante para el proceso de asignación, donde se tendrá en cuenta el aspecto físico de la receptora. Pero, ¿y cuáles son las condiciones legales que se tienen que cumplir para donar óvulos? Según la legislación actual, Ley 14/2006, la donación es un contrato gratuito, formal y confidencial concertado entre el donante y el centro autorizado por escrito. Además, la donación no tendrá carácter lucrativo o comercial, así como también será anónima. La donante tendrá que tener entre 18 y 34 años y un buen estado psicofísico y plena capacidad para obrar.
Una vez que ya te has informado, tendrás que saber, también, cómo se realiza esta donación de óvulos. Primero se realizará un tratamiento hormonal que estimulará la ovulación, para el mes en el que se vaya a producir la donación, tus ovarios produzcan más de un óvulo. Luego, se procederá a la extracción de los mismos por vía vaginal y mediante un seguimiento ecográfico. Se realizará en un quirófano, bajo sedación local y la intervención no sobrepasará los 20 minutos. Una vez finalizada habrá que permanecer en reposo hasta que el médico del visto bueno.
Una vez realizada la extracción y pasadas unas horas serás dada de alta. Puedes notar ciertas molestias en ambos ovarios, similares al de la ovulación o la menstruación. En algunas ocasiones, estas molestias pueden ser más intensas debido a que los ovarios han sido puncionados. Es importante mantenerse en reposo durante el día o hacer una vida sedentaria. Será recomendable no bañarse en una piscina, en la playa o en una bañera durante esa semana, al igual que no mantener relaciones sexuales. Al cabo de unos siete o diez días tendrás una revisión con el médico que te informará de cómo estás evolucionando y podrás volver a tener vida normal si todo va bien.