María Pombo tuvo problemas para quedarse embarazada de su segundo hijo: “Me dieron ataques de ansiedad”

María Pombo espera su segundo hijo junto a Pablo Castellano. La influencer confirmaba lo que era un secreto a voces en su perfil de Instagram. Dos meses fue el tiempo exacto en el que tuvo que morderse la lengua para no confirmar ni desmentir una noticia de la que se enteró casi a la vez que todo nuestro país por una metedura de pata. Prensa y parte de su comunidad metió presión al matrimonio pidiendo que hiciese oficial un asunto personal que era demasiado pronto para compartir.

De ahí que esta semana, cuando por fin ha podido contar que Martín tendrá un hermanito o hermanita a mediados de año, la creadora de contenido haya querido resolver las dudas de sus seguidores, a quienes descubría no solo lo mal que lo ha pasado el tiempo que ha estado ocultado un hito vital tan importante, también los problemas que tuvo para quedarse embarazada.

“Ha sido muy buscado. Me encantaría que la gente dejase de preguntar: ‘¿Y el segundo para cuándo?¡, porque agobia muchísimo. Hay veces que lo estás buscando y no llega, y te empiezas a preocupar diciendo: ‘¿No llegará por algo?’. Entonces es una pregunta tan difícil y delicada”, reflexionaba María, que vivió una experiencia bastante “diferente a la primera”.

Tuvo ataques de ansiedad por no quedarse embarazada

“Con Martín dijimos: ‘Vamos a por el bebé’, y fue a la primera. Yo pensaba que era muy fértil y no. Entonces yo, que tengo un mundo interior muy grande, decía: ‘Vale, pues ya está, no voy a poder ser madre otra vez por la enfermedad y la medicación…”, se empezó a meter presión y a obsesionarse con el asunto. “Fueron meses de pensar mucho en los que tuve incluso ataques de ansiedad (no diagnosticados) relacionados con no llegar a quedarme embarazada cuando yo quería”, admitía.

“Mis hermanas me decían: ‘¿pero quieres parar? Y yo: ‘es que no puedo parar de pensarlo’. Encima cuando quieres quedarte embarazada empiezas a ver fotos en Instagram de gente embarazada, amigas diciendo: ‘ay, estoy embarazada’. Y yo: ‘¿por qué no puedo?”, estaba bastante agobiada con su situación. “Es un mundo, luego a lo mejor le digo a la gente lo que he tardado y me dice que es muy poco…. Es un tema tan delicado que, aunque se haga con buena intención, es mejor nunca preguntar”, está convencida María, que ha llegado a la conclusión de que “todo sucede en el momento que tiene que suceder”.