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Aprovechó el Día de la Madre para contarnos el notición. Junto a un posado de tres en el que posaba con su hija Maia y su chico José Manuel Villalba, María Castro anunciaba que estaba embarazada por segunda vez. Lo que viene, que será una niña, llenará sus “corazones con más amor cuando ya parecía imposible que nos entrase una gotita extra”, expresó al compartir su “pequeño secreto” con sus casi 600 mil seguidores en Instagram.
En unos meses serán cuatro, y parece que la futura hermana mayor del bebé ya tiene claro qué nombre escoger (para desgracia de sus padres). “A ver cómo le sacamos de la cabeza que su hermanita no se puede llamar ‘Moma’, eligió ese nombre a los dos minutos de recibir la noticia”, planteaba la actriz al explicar que su hija quiere llamar así a la pequeña en homenaje a su mascota, que ya es uno más en la familia.
La llegada de un nuevo miembro al clan Villalba Castro ha endulzado este confinamiento que a todos se nos ha hecho cuesta arriba en más de una ocasión. La protagonista de series como ‘Sin tetas no hay paraíso’ ahora disfruta de los pequeños detalles que le regala esta segunda etapa premamá, como ese momento en el que “haces ‘pop’ y tus vaqueros pasan a mejor vida”.
Con esta expresión que refleja su sentido del humor, María Castro ha reflexionado en la semana 20 de gestación (la mitad) sobre ese momento en el que “no entrar en tus pantalones te hace feliz”. Su tripa va a más cada día, y la actriz ya lo está comenzando a notar. “Es increíble cómo se estira el cuerpo”, ha planteado. A pesar de que no es su primera vez como madre, le sigue “pareciendo un milagro”.
“Empecé el confinamiento en chándal por elección y ahora es lo único que me entra”, ha comentado entre carcajadas, satisfecha por el hecho de que este año el cambio de armario a verano será mucho más fácil que en ocasiones anteriores. “No me va a servir nada”, ha augurado.
Siempre ha considerado que sus hermanos son su mayor “tesoro”. Igual que sus cuñados, con los que ha formado una piña. Precisamente por eso está tan orgullosa de haber podido darle una hermanita a su hija Maia. “Es el mayor regalo que mis padres podrían haberme dado a mí”, ha manifestado, dándoles las gracias a Pili y Tito por haberla “escuchado siempre” y “seguir amando sin freno”.