La entrevista de Irene Montero de la que todos hablan: "Pablo asume su parte en las tareas de la casa"

Nuevo tsunami en redes. La protagonista: Irene Montero. Y el motivo no son ni los escraches, ni las cuentas de Podemos, ni sus fatídicas vacaciones en Asturias con Pablo Iglesias. Tampoco su labor como ministra de Igualdad. Lo que está generando (mucha) conversación en Twitter es una entrevista concedida a la revista Diez Minutos en la que la política habla como nunca de su vida privada.

Maternidad, conciliación, su relación sentimental con el vicepresidente segundo del Gobierno Unas declaraciones inéditas que, con tantos frentes abiertos, han sido duramente criticadas por sus detractores, que ya la han convertido en trending topic definiéndola como "la Preysler de Galapagar". Más allá de la controversia que ha generado esta conversación con la periodista Rosa Villacastín, el contenido da para mucho. Así que analicemos la primera incursión de Montero en el papel couché.

Con su correspondiente sesión de fotos con contenido de moda, en la entrevista ahonda en cómo ha afectado la llegada de Manuel, Leo y Aitana, que acaba de cumplir un año, a su convulsa vida junto a Iglesias. "La maternidad no te hacer ser otra persona, pero el día a día cambia mucho, la posibilidad de improvisar, de hacer planes a largo plazo, organizar tu vida", plantea. Su intención, sobre todo desde que tomó la cartera de Igualdad, siempre ha sido estar presente en la vida de sus peques. Pero no ha sido fácil.

Irene define el nacimiento de los mellizos, que llegaron de forma prematura hace dos veranos, como una de las épocas más difíciles de su vida. "Compatibilizar el amor a mis hijos con el miedo que supone ser madre primeriza, me provocó mucha impaciencia", confiesa. Desde entonces, los abuelos de los niños ejercieron"un papel fundamental" que permitió que tanto ella como Pablo pudiesen compatibilizar su nueva situación personal con lo profesional.

¿Cómo son Pablo Iglesias e Irene Montero en la intimidad?

Que Iglesias cogiese la baja de paternidad se convirtió en una forma de visibilidad que ahora la ministra aplaude. "Yo creo que es el primer político que ha hecho eso. No solo eso, Pablo asume su parte en las tareas de la casa, como yo las mías, como no puede ser de otra manera con tres hijos y la vida que tenemos", defiende.

Una vez se amoldaron a su realidad como padres, les tocó ocupar dos puestos de responsabilidad extrema en el Gobierno de coalición que han hecho que les sea muy complicado desconectar, con escasas parcelas para disfrutar de su vida sentimental: "No solemos salir porque nos gusta más estar en nuestra casa, con nuestros amigos, ya que al ser Pablo tan conocido, preferimos la intimidad de casa".