Lo que comenzó con quince días de aislamiento ha ido aumentando y, cumplidos más de treinta días en casa, hay algunas cosas a las que hemos tenido que atrevernos. No poder salir implica no poder acudir a la peluquería, a hacerte las uñas o a comer a un restaurante. Por este motivo, en estos días de cuarentena nos hemos convertido en los mejores cocineros y los mejores peluqueros. Y si no, que se lo digan a Eva González.
La presentadora ha publicado una foto en su muro de Instagram donde demuestra que ha tenido que ejercer de peluquera de su pequeño Cayetano. Con ropa cómoda, el pelo recogido y en el jardín de su casa, la mujer de Cayetano Rivera pone auténtica cara de concentración mientras, tijeras en mano, corta el pelo de su hijo. “En esta cuarentena hay que aprender también a cortar el pelo”, escribía en sus redes sociales. Una frase que ha acompañado con varios hashtag: #peluqueradeconfinamiento, #Menosmalquenovaasalirelchiquillo, #Micaradeconcentracionmaxima”.
Los seguidores de la presentadora han querido saber si el resultado ha sido el esperado. “¿El resultado final? ¿Contenta?”, le preguntaban. “A los míos les pasé la maquinilla y quedaron guapísimos”, “Qué atrevida” o “Dí que sí, hay que apañarse”, son algunos de los comentarios que ha recibido.
Una de las partes positivas que se puede sacar de esta dura experiencia es que podemos aprovechar aún más el tiempo con los nuestros. La experiencia de Eva González como peluquera no es el único momento del que nos ha hecho partícipes en estos días. La presentadora confesaba que lo mejor de estos días es disfrutar más tiempo de su hijo. En una de sus últimas publicaciones, la andaluza compartía una fotografía del rato de la siesta mientras se dormía en sus brazos.
Cayetano Rivera también está disfrutando de todo el tiempo con su hijo. Hace unos días, el torero publicaba una foto mostrando que Cayetano se ha convertido en su entrenador más duro. “ A falta de mi preparador personal, aquí tengo a mi pequeño Mowgli para obligare y exigirme más”, escribía el hijo de Carmina Ordóñez.