Fuera agobios: preparar platos rápidos y saludables para la cena de tus hijos es fácil

  • Recetas fáciles y sencillas para ahorrarnos horas y horas en la cocina

  • Ideas seductoras para los niños que se niegan a tomar verdura o pescado

Son las ocho de la tarde. Acabas de llegar a casa después de una tarde ajetreada acompañando a tus hijos a las actividades extraescolares, toca ayudarles con la ducha y, después, llega ese temido momento: la cena. Cada noche es el mismo quebradero de cabeza: ¿Qué preparo? ¿Cómo puedo darles verduras sin que la rechacen? ¿Y qué pasa con el pescado? Lo más normal, dado el nivel de cansancio, es recurrir a recetas rápidas y sencillas; que no supongan un trabajo extra.

Lo ideal será hacerse un planning cada semana con lo que se va a cenar cada día. Así, cuando caiga la noche no nos estresaremos con las recetas. Además, los niños estarán encantados de que sus padres pasen más tiempo junto a ellos y no lo inviertan tanto en la cocina. Aquí, te proponemos diez sencillas recetas que estamos seguros que dejarán a tus hijos con ganas de más.

Arroz con calabacín y parmesano

El arroz siempre es un buen alimento, para comer tanto por el día como por la noche, y suele tener exito entre los más pequeños. Es una excelente fuente de vitaminas y minerales, como niacina, vitamina D, calcio, fibra, hierro, tiamina y riboflavina. Todas estas vitaminas proporcionan la base para el metabolismo de tu organismo, la buena salud de tu sistema inmune y de tus órganos. Además, para completar el plato, estará muy bien poder incluir una verdura como el calabacín.

Para la receta, lo primero será picar calabacín y cebolla en trozos pequeños. Luego, se saltearán ambos alimentos junto con un poco de aceite. Mientras tanto, en otro fuego, se cocerá el arroz blanco. Cuando el calabacín, la cebolla y el arroz estén hechos, se sofreirá todo junto. En menos de un cuarto de hora, tendrás el plato listo. Como toque final lo ideal es que incluyas un poco de parmesano rallado por encima. ¡Et voilà!

Pasta con champiñones

La pasta es un alimento que es recomendable consumir en la comida, pero si se hace una vez por semana a la hora de la cena, no pasaría nada. Lo primero será introducir la pasta en una olla hirviendo y esperar a que coja el punto de cocción que deseamos. Luego, habrá que cortar en láminas los champiñones, picar el perejil y la cebolla. Una vez todo cortado y picado, lo sofreiremos con aceite y ajo. Si se quiere reforzar más el sabor se podrá echar jamón o bacon. Por último, mezclaremos con la pasta y triunfo asegurado en la mesa.

Polenta con queso

La polenta es un plato italiano que tiene como ingrediente principal la harina de maíz hervida. Su realización es sencilla. Primero, hay que hervir agua con la harina de maíz en su interior. Luego, habrá que utilizar una cuchara de madera para darle vueltas hasta que se espese y no queden grumos. Estará listo cuando tenga textura de puré y, después, habrá que añadir un poco de mantequilla. Tras esto, se verterá parte de la masa en una bandeja de horno y se pondrá unas lascas de queso. Luego, se cubrirá con la polenta restante. La polenta se terminará de hacer en el horno y se podrá espolvorear un poco de queso también por encima.

Guisantes con atún

Otra opción que contará con verduras y pescado será la receta de guisantes con atún. Lo ideal será tener la verdura congelada o en conserva. Tras la comprobación, se echará un poco de aceite en una sartén y se sofreirán los guisantes y las cebollas. Finalmente se incorporará el atún natural y un poquito de sal. Es un plato sencillo, pero tus hijos seguro te pedirán repetir.

Tortilla de calabacín

Si tras hacer el arroz con calabacín nos ha sobrado un poco de producto, lo ideal será utilizarlo para otra receta. Una de las más recurrentes, debido a su sencillez y rapidez, es la tortilla. Una buena opción será realizar una tortilla de calabacín. Así, se le camuflará al niño la verdura con la ayuda del huevo. Para prepararlo, habrá que cortar el calabacín en dados y se sofreirá con un poco de cebolla. Luego, se mezclará con dos huevos batidos y se incorporará a una sartén con aceite caliente.

Ensalada de aguacate y pollo

Otra opción fácil y rápida será una ensalada. Aunque con tanto verde, muchos niños no se atreverán a probar bocado. ¿El truco? Decorarla con distintos alimentos colorido. Esto podrá ser un aliciente para que los más pequeños no dejen ni las sobras. Por ello, será una buena opción una ensalada de hojas de espinacas con aguacate y pollo a la plancha. También, se podrá añadir frutos secos o alguna salsa para que le dé un toque diferente.

Burritos

Una receta divertida para hacer con niños serán los burritos. Los más pequeños podrán divertirse en el proceso y, así, podrán combinar los distintos productos. Para que sea un poco menos pesado durante la noche se podrá hacer uso de tortillas de harina de trigo. Para el relleno se podrá sofreír un poco de pollo con cebolla, pimiento, pollo y tomate. También, estará la opción de aderezarlo al gusto.

Minipizzas

Una opción que estamos seguros que encantará a todos los niños serán las minipizzas. La base se podrá realizar con coliflor o, en su defecto, con harina de espelta. También, se podrá comprar la masa ya hecha para perder el menor tiempo posible. Las combinaciones de toppings pueden ser variadas, aunque lo más recomendable es que se mezcle alguna proteína; como la carne o el pescado, con alguna verdura y tomate frito.

Puré de verduras

Una de las recetas con la que los niños se muestran más reticentes es el puré. Tanto la textura como el sabor no animan mucho a los más pequeños a devorar el plato. Pero el puré es un plato muy nutritivo donde se podrá incluir carne, pescado y todo tipo de verduras. Habrá que intentar hacer comprender al niño lo importante de tomar todos esos nutrientes.

Albóndigas de merluza

Una receta con la que poder dar pescado a los más pequeños sin que sean muy conscientes son las albóndigas de merluza. Habrá que cocer la merluza y luego mezclarla con pan rallado, huevo, perejil, sal y pimienta. Se tendrán que mezclar bien todos los ingredientes y hacer pequeñas bolas con las manos. Luego, se enharinará y se pasará por huevo. Tras esto, habrá que freírlo. Para acompañar las albóndigas se podrá optar por varias salsas; de tomate o verde. Dependerá del gusto del niño.