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Todos los comienzos son difíciles. Y más si hablamos de los niños pequeños y sus primeros días en la escuela infantil o en el colegio. Se trata de un momento bastante duro, tanto para los niños como para sus padres. En sus etapas anteriores, los pequeños siempre han estado acompañados de sus progenitores, que están a su lado indiscutiblemente y les ayudan cuando se caen o cuando cogen una rabieta. Ahora, en ese nuevo año van a tener que cambiar la ayuda de sus padres por el de sus profesores, pero eso no siempre es fácil. Por eso, el momento de dejar a los niños en la escuela será un momento muy difícil y que no estará exento de unas buenas lágrimas.
La iniciación de la escolarización es un acontecimiento muy difícil para los niños, ya que empezar a asistir al colegio o a la guardería supone muchos cambios en la vida de los pequeños. El cambio más importante será el que ya hemos mencionado: tener que separarse de sus queridos padres por primera vez. Para muchos niños, el comienzo de la escolarización supone no estar a cargo de personas que no forman parte de su entorno familiar. Eso sí, esta nueva etapa supondrá el estar con un grupo de niños de su misma edad y que, probablemente, sean totalmente desconocidos. Además, también la escolarización llevará consigo un espacio nuevo, materiales desconocidos, así como comer por primera vez de una determinada manera y comportarse de una forma estipulada.
Serán muchos los cambios a los que tendrán que enfrentarse los pequeños. En la mayoría de casos, emocionalmente, suele ser un paso difícil de dar. Aún así, esto le ayudará al niño a adaptarse a las distintas situaciones que pueden producirse en su vida en los próximos años. Una de las cosas que habrá que hacer será contarles a nuestros pequeños que van a acudir al colegio. De esta manera estaremos trasmitiéndoles información de diversa índole. También, estaremos transmitiendo ese contenido emocional y les estamos anticipando a todo aquello que pueden sentir. Lo mejor será que le hagamos identificar el colegio con la felicidad, diciéndoles que es un sitio divertido, bonito y donde va a disfrutar con muchos amigos.
Sí que es cierto que tampoco habrá que recrearse en estas emociones, ya que los pequeños podrán idealizar el lugar. De esta manera, el niño se creará una falsa expectativa que luego será muy complicada de cambiar y hará que este cambio sea más complicado. Muchos padres se preguntan si es realmente necesario ese periodo de adaptación o simplemente será un trance complicado para los pequeños. Sí que hay estudios que apuntan que, desde el útero, el niño estará sintiendo y viviendo cosas y serán conscientes de la mayoría de situaciones que suceden a su alrededor. Los procesos de adaptación siempre serán muy importantes y necesarios. No será adecuado que un niño se enfrente a la separación de sus padres con tres años, cuando se empieza el colegio, sin que antes hayan experimentado esta sensación. Esto podrá ser muy duro para los pequeños, ya que nunca han vivido ese sentimiento de separación de sus progenitores.
Lo mejor será realizar una adaptación respetuosa a la guardería y lo mejor será que vivas ese momento desde la calma y el respeto a los procesos y necesidades de tu pequeño. Será muy importante que tomes esta decisión de modo consciente y porque quizás no hay alternativa o quieres que tu hijo socialice. También, será muy importante que no tengas ese sentimiento de culpa, ya que la culpa de esa separación temprana no es tuya. Además, habrá que ser muy consciente de cómo reacciona el niño, ya que tendremos que comprender cómo está pasando ese momento. Aunque el pequeño no hable, sí que podemos identificar sus rabietas o sus expresiones. También, será muy recomendable despedirnos una vez que dejamos al pequeño en el colegio y, también, anticiparse a los hechos, a aquello que va a poder suceder.
Otra opción para que esa adaptación sea más fácil, sí que podrás permanecer con tu bebé en el centro infantil, ya que lo identificará como un lugar seguro y de confianza. También, será muy recomendable que compenses la ausencia después de la guardería y confía en tu hijo, ya que, con el tiempo, conseguirá adaptarse a las mil maravillas.