Posturas sexuales para quedarse embarazada: la evidencia científica determina si es un mito o una realidad

  • No existe evidencia científica de que la postura sexual pueda condicionar la efectividad del embarazo.

  • Otros factores, como el estrés y la dieta, son mucho más determinantes. En España, un 17% de las parejas que quieren tener hijos sufren infertilidad.

Alrededor del sexo y las posibilidades de concebir un bebé hay muchos mitos y leyendas, entre los que destacan aquellos que aseguran que determinadas posturas sexuales son más eficaces para la fecundación. Lo cierto es que conseguir el embarazo no suele ser un proceso sencillo, y pocas personas lo alcanzan en el primer intento.

La concepción está directamente vinculada con la fertilidad, y en ella intervienen muchos factores, entre ellos el estrés, la alimentación o la genética. De entre los que pueden cambiarse para facilitar la concepción estarían las posturas sexuales que favorecen potencialmente el embarazo.

Pero, ¿se trata de un mito o hay una base científica en ello? ¿Realmente algunas posturas facilitan el embarazo? Te lo contamos en Divinity.es.

¿Hay algo de cierto?

Ciertos hábitos pueden favorecer el embarazo mucho más que las posturas sexuales. Por ejemplo, la concentración de espermatozoides durante tres o cuatro días y mantener relaciones sexuales durante la ventana de fertilidad del ciclo menstrual. En lo que respecta a las posturas en sí, hay posiciones encontradas.

Seguro que alguna vez has escuchado que las mujeres deben quedarse acostadas boca arriba, con las piernas en alto y durante un cuarto de hora, para que la gravedad haga lo suyo y los espermatozoides lleguen más fácilmente a las trompas de Falopio. En una entrevista de la directora médica del AMNIOS Invitro Project, Marian Chávez, para la BBC, la especialista discrepaba con esta teoría.

"Hasta la fecha, no existe ningún estudio científico que demuestre que las mujeres que permanecen tumbadas o con las piernas en alto tras el coito tengan más probabilidades de quedar embarazadas que las que no adoptan esta medida", recordaba Chávez. Los espermatozoides tienen su propia movilidad, independientemente de la gravedad, y su llegada efectiva hasta el óvulo no depende de levantar o no las piernas.

"Lo que verdaderamente importa es la concentración de espermatozoides con movilidad progresiva en el eyaculado, no la fuerza de la gravedad", explicaba la especialista.

Los factores a tener en cuenta

Una eyaculación estándar, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuenta con entre 39 y 300 millones de espermatozoides. De ellos, menos de 10.000 llegan a acercarse siquiera al ovulo, para que finalmente solo uno pueda fecundarlo.

Casi un 20% de las parejas españolas tienen problemas para concebir relacionados con la fertilidad, y la postura sexual que se practique poco tiene que ver con la consecución del embarazo. De hecho, el problema con este mito es considerar que una postura puede aumentar o reducir las posibilidades de concebir, lo que podría llegar a plantear algunas de ellas como método anticonceptivo. No existe evidencia científica de que esto sea cierto.

Más allá de las posturas sexuales, hay muchos otros factores que condicionan fuertemente la fertilidad de la pareja. El más habitual es la edad de la mujer, ya que con el paso de los años la reserva ovárica va reduciéndose, pero hay otros muchos obstáculos para la concepción, como el estrés, los hábitos tóxicos, el sobrepeso o bajo peso o determinados medicamentos.

Evidentemente, la calidad del esperma también es un factor a tener en cuenta. Su morfología y capacidad de movilidad son muy importantes a la hora de concebir; la reducción del estrés, una dieta equilibrada y el ejercicio son algunas de las claves para mejorar su morfología. En cualquier caso, existen pruebas diagnósticas que permiten identificar rápidamente las causas que evitan el embarazo, para poder ponerle solución con más seguridad que cambiando la postura sexual.

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