Método ROPA: ¿sabes en qué consiste este método de reproducción asistida?

  • Esta técnica de fecundación va destinada específicamente a parejas de mujeres lesbianas en las que ambas quieren formar parte de la gestación

  • Tiene una gran tasa de éxito, aunque lleva un proceso cuidadoso en el que ambas tienen un papel bastante importante

Ser madre muchas veces no es tan fácil, ni siquiera para parejas heterosexuales, pero cuando se habla de parejas homosexuales o mujeres solteras quizá tengan un plus más de dificultad más para concebir un hijo. En estos casos lo más normal suele ser acudir a técnicas de reproducción asistida tras la valoración de un especialista de lo que mejor le puede ir a la mujer según diferentes parámetros para conseguir quedarse embarazada. El método ROPA puede ser uno de los más desconocidos, una técnica de reproducción asistida especialmente destinada parejas de mujeres de forma que ambas participen en proceso de gestación.

Una alternativa para parejas lesbianas

ROPA, en este caso, es la abreviación de “Recepción de Ovocitos de la Pareja”, un tipo de fecundación in vitro en la que una de las mujeres de la pareja realiza la estimulación ovárica y la otra la gestación. Es decir, mientras una sería la madre biológica del bebé, la que aporta su óvulo, la otra sería la madre gestante y, de esta manera, ambas participarían en el embarazo de una u otra forma.

El método ROPA es una alternativa para parejas lesbianas que les ofrece una vía más para ser madres y compartir el proceso entre ambas si así lo desean o porque debido a otros motivos no han podido ser madres mediante otras técnicas de reproducción asistida. Por lo general no suele haber problemas en cuestión de quién dona el óvulo o quién de las dos los gesta, aunque los especialistas siempre pueden aconsejar, por ejemplo, que la donante sea la más joven, ya que sus óvulos, normalmente, suelen ser de más calidad.

La importancia de ambas en el proceso

El método ROPA es todo un proceso que comienza con la estimulación ovárica de la mujer que va a aportar su óvulo. De esta forma se expone a un tratamiento hormonal que se controla de forma periódica en la consulta médica para ver la evolución de los folículos y cuándo es el mejor momento para obtener los óvulos. Cuando los folículos ováricos alcanzan el tamaño adecuado se administra una nueva hormona para la maduración final que ayude a la ovulación. Entonces es cuando se realiza la punción folicular, con un poco de anestesia, para obtener el líquido folicular donde se buscarán los óvulos.

Una vez encontrados, se fecundan en el laboratorio con espermatozoides de un donante anónimo, que debe ser compatible con la mujer gestante. Cuando se han fecundado, se produce el cultivo de embriones entre tres y seis días más o menos para ver si se desarrollan correctamente. Mientras esto ocurre, la mujer gestante toma un tratamiento hormonal diferente para conseguir el grosor endometrial adecuado para la posterior implantación del embrión. Después de que este proceso se haya realizado con éxito se transfiere el embrión en el interior del útero mediante una técnica rápida y prácticamente indolora.

Como existe una tasa alta de éxito se suele transferir un solo embrión, aunque en algunos casos se pueden transferir dos. Aún así, los embriones que sobran suelen congelarse para conservarlos ante un posible fallo o un nuevo tratamiento en el futuro para tener más descendencia. De todas formas también es posible donarlos a otras parejas, para la investigación o simplemente destruirlos. Pero ojo, que no todo termina aquí, pues a los 15 días habrá que someterse a un análisis para ver si el proceso se ha llevado a cabo con éxito.

Ciertos aspectos a tener en cuenta

Este método es totalmente legal en España, aunque para ello hay una condición, y es que la pareja de mujeres debe estar casada. De esta manera también se reconoce de forma legal la maternidad de la mujer que aporta su óvulo para la gestación del bebé. Además, aunque la tasa de éxito varía según ciertas circunstancias, como la edad, suele tener un gran éxito en el primer intento. Y ojo, porque el precio también varía según la clínica donde se realice y las características de la propia pareja, de forma que suele establecerse entre los 3.000 y los 6.000 euros.

En este aspecto España es uno de los países pioneros en este tipo de fecundación que ofrece a parejas de lesbianas ser madres biológicas de sus propios hijos mediante esta técnica que no es legal en todos los países. Una primera consulta con los especialistas será el pistoletazo de salida para una maternidad deseada y compartida por la pareja.