Rodillas valgas en niños: la importancia de corregir esta complicación a tiempo

  • Un niño tendrá las rodillas valgas cuando camine con las piernas en forma de 'X', juntando las rodillas.

  • Se trata de una posición que habrá que corregir mediante una cirugía y lo antes posible.

Cuando nuestros hijos comienzan a andar podemos observar, con el paso del tiempo, si lo hace con las piernas abiertas, con las rodillas juntas o si apoya más un pie que otro. Será muy importante prestar una especial atención a la forma de caminar de nuestro pequeño para, así, poder detectar futuras complicaciones. Es básico diagnosticar cualquier situación anómala cuanto antes para que no vaya a más.

Si te fijas, es cierto que muchos niños y adultos caminan juntando las rodillas. De esta forma, las piernas adoptarán una forma de X y el desgaste articular será mucho mayor y notable. Esto es lo que se conoce como rodillas valgas o genu valgo, una complicación de la que hablaremos en este artículo.

Si se detecta cuando el niño es muy pequeño será fácil de resolver, ya que solamente será necesaria una pequeña cirugía para corregir la forma en la que anda. También podrá tratarse en una edad adulta, aunque no será lo más recomendable, ya que la operación será mucho más complicada.

Por tanto, lo mejor será que se corrija cuanto antes, pero hay que tener en cuenta que no todas las piernas son iguales, por lo que no habrá que preocupares en exceso si observamos que nuestro pequeño anda distinto al resto. Con todo, si crees que tu pequeño no camina de la forma correcta, será importante que hables con tu especialista.

Los primeros síntomas de las rodillas valgas

Cuando los niños son muy pequeños es normal que tengan las piernas arqueadas, con las rodillas hacia afuera, esto será común; lo que habrá que comenzar a observar es si, entre los tres o los cuatro años, se produce un cambio y aparece ese genu valgo, es decir, que comiencen a caminar con las rodillas con forma de ‘x’. En algunos niños será más evidente que en otros, aún así, habrá que estar bastante pendiente de esta complicación.

Hacia los ocho años será cuando el eje de la pierna de los niños sea ya definitivo. Es entonces cuando juntando ambas piernas se puede seguir manteniendo esa forma de ‘x’ y la distancia entre los pies será, de aproximadamente, ocho centímetros. Otro signo de alerta será si cuando corren, lanzan los pies hacia los lados, sus rodillas se chocan, se caen con frecuencia o son poco ágiles.

La causa de las rodillas valgas

Pero, ¿cuál es la causa de esas rodillas valgas? Cabe destacar que estas no tienen que deberse siempre a una alteración del esqueleto. Puede darse en aquellos niños que son laxos, que tienen mucha elasticidad, y en aquellos que tienen bastante grasa localiza en la zona de los muslos.

En ese caso, habrá que realizar una radiografía para comprobar si el eje de la pierna verdaderamente está alterado o si es solamente una falsa apariencia. Eso sí, si el paciente presenta obesidad, lo mejor será que la pediatra o la endocrina le realice un estudio y valore si es necesario que el pequeño pierda peso y, así, pautar las medidas necesarias para conseguir este propósito.

Si, tras realizar la radiografía, se observa que la alteración se debe a que el hueso está desviado, lo más frecuente es que se desconozca la causa de por qué las rodillas tienen esa posición. Aunque sí que es cierto que la genética puede influir.

¿Cómo se soluciona?

En un pequeño porcentaje esta alteración puede asociarse a algún problema del esqueleto, lo que se conoce como displasia ósea, y en este caso, el tratamiento dependerá de la edad del paciente. Si el niño se encuentra en una fase de crecimiento, lo más habitual será aplicar una técnica quirúrgica que es relativamente nueva y conocida como crecimiento guiado.

Para ello, se pondrán unos pequeños implantes que actuarán guiando el crecimiento para corregir el eje de la pierna, aprovechando así el proceso de crecimiento del niño para que las piernas se alineen de forma correcta. También, será muy importante que, después de que el niño haya pasado por quirófano, comience a moverse y empiecen a doblar, poco a poco, sus extremidades. La pierna se corregirá a los seis meses o al año de la operación y, después, se procederá a retirar las placas.

En las niñas, esta operación suele realizarse entre los once o los doce años, ya que suelen crecer hasta los catorce. Por su parte, en los niños podrá llevarse a cabo más tarde, sobre los trece años, ya que su periodo de crecimiento es más largo.

Si cuando nos damos cuenta que el niño tiene las rodillas valgas este ya ha crecido, el tratamiento dependerá del grado de desviación que tengan sus rodillas. Si la desviación es muy marcada se puede recomendar una osteotomía, que consistirá en cortar el hueso, alinearlo y que se consolide en la posición más correcta. Esta osteotomía podrá realizarse en cualquier momento de su vida y, a veces, el adolescente decidirá que es mejor no operar y esperar a ver cómo evolucionan esas rodillas.

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