Ruido blanco: pros y contras del aliado de muchos padres para dormir a los bebés

  • A pesar de que muchos padres lo utilizan para calmar a sus hijos, los expertos creen que podría generar una dependencia en los pequeños muy grande

  • No existen estudios concluyentes que afirmen que efectivamente el ruido blanco es beneficioso para ayudar a los bebés a conciliar el sueño

Cuando has utilizado todos los métodos que conoces para intentar dormir a un niño, es normal recurrir a Internet para ver si encuentras algún truco casero con el que se pueda calmar para conciliar el sueño. Aquí es donde entra el ruido blanco, un recurso que muchos padres y madres han utilizado, o por lo menos intentado, para ver si su hijo conseguía, por fin, dormir. Existen aplicaciones móviles o vídeos en la red que reproducen este sonido para que los más pequeños puedan descansar plácidamente. Pero, ¿es realmente recomendable el uso de este ruido para los bebés?

Empecemos por el principio para aquellos a los que el término “ruido blanco” no les quede demasiado claro o no les sea familiar. Como ejemplo, el más utilizado es ese sonido que emiten los televisores cuando no están sintonizados, aunque otros electrodomésticos y aparatos que se encuentran en casa también emiten un sonido plano y continuo, similar al de la televisión. De esta manera, ese sonido lo que hace es camuflar el resto de ruidos que les rodean. Tal ha sido su auge, que no solo se ha utilizado para calmar a los bebés, sino que muchas personas mayores lo usan para tranquilizarse antes de dormir y que les ayude a conciliar el sueño.

¿Por qué se suele usar?

El boca a boca ha hecho que muchos padres, desesperados ante la falta de sueño de sus bebés, recurran a este método, que en muchas ocasiones es efectivo. En general, aunque no hay prueba científica por el momento, parece que ese sonido podría recordarles a lo que sentían mientras se encontraban en el vientre materno, ya que allí no escuchaban con claridad los ruidos exteriores que ahora, en sus primeros meses de vida, les pueden resultar molestos e irritables.

Por ese motivo, al escuchar el ruido blanco, podrían sentir la seguridad que tenían antes de nacer, consiguiendo la calma que en ocasiones es más que complicada encontrar para muchos padres.

Sin estudios concluyentes

A pesar de que a muchos progenitores este método les funciona a las mil maravillas, por ahora no existe evidencia científica o médica que corrobore que efectivamente es eficaz para conciliar el sueño en los bebés o en las personas que padecen insomnio. Si bien existe algún que otro estudio que lo avala, la muestra y el resultado es muy pequeño, por lo que muchos especialistas deciden que es mejor no recomendarlo.

Más allá de que no existen pruebas concluyentes, muchos de los pediatras alertan que si ese ruido se hace efectivo en los bebés y se usa con constancia, puede provocar una dependencia muy alta en el pequeño. Los bebés con pocos meses tienden a mantener sueños fragmentados, por lo que es normal que se despierten varias veces durante la noche. El problema viene si el bebé comienza a asociar ese ruido con el sueño, por lo que cada vez que se despierte llorará para solicitarlo y llegará un punto en el que puede serle imposible conciliar el sueño si no se le conecta el ruido blanco.

Incluso existe un estudio americano en el que se afirma que el ruido blanco puede exceder el límite de ruidos para bebés, por lo que le podría afectar en un futuro tanto en su audición como en el habla.

Saber lo que necesitan

En ocasiones el llanto nocturno puede llevar a padres y madres a desesperarse al no conseguir que el niño consiga dormirse, pero lo que puede ocurrir es que esté demandando algo. Entonces hay que saber qué es lo que quiere, y por desgracia los bebés no hablan, pero un llanto nocturno puede significar que tiene hambre, por lo que darle el pecho o el biberón sería suficiente, incluso algunos se duermen antes de terminar de comer.

O quizá sea que un gran estruendo en mitad de la noche le ha hecho sobresaltarse. Aún es pequeño y tiene una gran sensibilidad auditiva, así que no está acostumbrado a los fuertes ruidos del exterior del vientre materno, por lo que tranquilizarlo mientras lo coges puede hacerle volver a entrar en calma y conciliar poco a poco el sueño de nuevo.

Ser madre no es fácil, y menos aún al principio, cuando el bebé no sabe hablar y debes interpretar que es lo quiere o necesita. Pero poco a poco se van conociendo, y gracias a las recomendaciones de los especialistas entiendes lo que le gusta o lo que consigue calmarle sin que le perjudique. Si estabas pensando en utilizar el ruido blanco, medítalo bien, pues aunque llegue a funcionar, puede crear una dependencia en él mayor que la de un chupete o un muñeco.

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