“Todos hemos tenido desencuentros en redes sociales”, nos aseguraba hace unos meses en una entrevista exclusiva para divinity.es. Desde hace 15 años, que fue cuando comenzó su carrera musical, Soraya se ha enfrentado a muchas críticas. Pero especialmente hace tres, cuando nació su hija Manuela, la cantante tuvo que enfrentarse a opiniones “sin filtros” relacionadas con la forma que tiene de educar a su hija. “Me he ido reforzando”, nos aseguró en aquel momento.
“Para mi las redes sociales son como mi casa, el que no venga con buenas formas no entra”, nos confesaba entonces. Y a pesar de que ella no tiene problema en “bloquear” a todos aquellos que la atacan públicamente, parece que esta mala y dañina costumbre no ha cesado. Hace unos días, la cantante hacía público un nuevo “proyecto personal” del que su hija Manuela era imagen. “Después de 3 años dándole forma, a finales de este mes verá la luz. Creada por un papá, una mamá y una pequeña bichita que nos ha inspirado en nuestras vidas y la ha llenado de color y de valores”, explicaba sobre su nueva marca de ropa.
Pero sus haters han visto en esas imágenes un filón para atacar. Y Soraya no ha querido quedarse callada. “Tu hija es fea” o “Vergüenza te tendría que dar sacar una línea de ropa y exponer a tu hija ante pedófilos”, son algunos de los mensajes que la artista ha recibido en los últimos días y por los que ha explotado. “Si supieran que he construido mis cimientos, he sacado mis agallas, he crecido con cada latigazo, con cada insulto…”, ha escrito en redes. “Solo hace falta ver a la sociedad, el rumbo que lleva mientras algunos locos seguimos intentando crecer, evolucionar ante las tempestades”, añadía la artista.
Soraya Arnelas ha querido dejar claro que es “como vosotros”, con sus “sueños, defectos y virtudes” y ha pedido públicamente que consigamos tener “respeto, tolerancia y educación”.
“Cuando tengo que poner a alguien en su sitio lo pongo. Si vienes y me atacas yo tengo el derecho de contestarte”, nos aseguraba hace unos meses. Fue en plena pandemia, cuando el uso de las redes sociales incrementó y las personas, bajo el anonimato, se animan a opinar cruelmente. “Los que vienen a darme órdenes me pasa lo mismo, algunas vienen a darme órdenes sobre mi hija”, añadía. “Si es difícil de por sí, porque no hay un manual para educar a tu hija, me repatean las que vienen a darme órdenes. En este confinamiento me reafirmo una vez más en mis posiciones. No pienso dejar que nadie venga a contarme o a decirme cómo tengo que vivir mi vida”.