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El síndrome del túnel carpiano es una dolencia causada por la presión en el nervio mediano de la mano. El túnel carpiano es un estrecho pasaje que se sitúa rodeado de huesos y ligamentos en la palma de la mano. Cuando el nervio mediano se comprime, los síntomas pueden ser diversos e incluyen entumecimiento, hormigueo y debilidad en la mano y en el brazo. La anotomía de la muñeca, los problemas de salud y los posibles movimientos repetitivos de la mano hacen que se produzca este síndrome. El médico se planteará como objetivo aliviar el hormigueo y restablecer la función de la muñeca y de la mano.
Los síntomas del túnel carpiano suelen ser progresivos e incluyen el hormigueo y el entumecimiento, que se experimentará en los brazos y en las manos. Generalmente, los dedos afectados serán el pulgar, el índice, el anular y no suele afectar al dedo meñique. Además, también podrías sentir una sensación parecida a una descarga eléctrica. La sensación podrá ir desde la muñeca hasta el brazo. Además, estos síntomas podrán darse mientras se va conduciendo, sujetando el teléfono o el mando de la televisión. También, podrás presentar cierta debilidad en la mano y se te podrán caer objetos de las manos. Esto se puede deber por el entumecimiento de la mano o por la debilidad de los músculos del dedo pulgar.
Esta dolencia suele darse durante el embarazo debido a los cambios hormonales que se producen durante esos meses de gestación. Estos provocan una gran retención de líquidos y todos los tejidos comienzan a hincharse, reduciendo el espacio disponible para la circulación del nervio mediano. También, el aumento de peso de la futura madre hará que se produzca este síndrome, ya que el panículo adiposo de la muñeca causará una mayor compresión del nervio. Otro factor que desencadenará esta dolencia será la predisposición genética de la madre, que desempeñará un papel muy importante. Las mujeres que tienen una muñeca pequeña tendrán mayores posibilidades de desarrollar este síndrome.
El dolor se manifestará, sobre todo, por la noche, cuando la circulación sanguínea se ralentiza. Después, cuando la molestia vaya avanzando, se notará en todos los momentos del día. Durante el embarazo, el síndrome se podrá manifestar en distintos tiempos y modalidades; cuando la molestia aparece en el tercer trimestre, en la mayoría de ocasiones, tiene un avance benigno y tiende a resolverse sola tras el parto. Cuando se manifiesta de forma precoz, en los primeros dos trimestres, tiene una evolución más rápida y no suele desaparecer tras dar a luz al bebé.
El síndrome podrá diagnosticarse, con rapidez, gracias a una electromiografía. Este método, que no tendrá ninguna contraindicación durante el embarazo, puede comprobar si se están produciendo alguna alteración en la transmisión del estímulo nervioso de un músculo. Para el diagnóstico, se utilizarán unas pequeñas agujas-electrodos por los que pasan unas descargas eléctricas de baja intensidad. Para reducir el dolor se podrán recetar algunos medicamentos, como los antiinflamatorios y la cortisona. También, se podrán tomar fármacos antioxidantes y, para reducir la hinchazón, habrá que realizarse unos masajes, para que el drenaje sea mejor. Para aliviar el dolor también será válida la crioterapia. Además, será muy importante tener la mano en reposo y llevar un aparato que la sostenga adecuadamente.
Si se trabaja frente a un ordenador habrá que colocar bien la silla, de forma que no haya que doblar las muñecas al escribir. Después del nacimiento del bebé, la salud de la mano tendrá que volver a la normalidad. En otros casos, por desgracia, este problema puede alargarse y se acentuará más, ya que sostener al niño en brazos contribuirá a aumentar la compresión del nervio. Por eso, la situación deberá ser tratada por un especialista. Si el dolor continua, lo mejor será que se acuda a un especialista para que recurra al bisturí.
La operación será con anestesia local y durará poco tiempo. A veces, sí que es cierto que, tras el parto, aparece el síndrome de Quervain, que se trata de una inflamación de los tendones del pulgar que, además de doler, genera una dificultad para mover la mano y hacer movimientos, como girar una llave o coger algo. El tratamiento será muy parecido al del síndrome del túnel carpiano y se tendrá que dejar la mano en reposo con un aparato que sostiene y tomar algún medicamento, aunque siempre bajo supervisión médica.