Porteo ergonómico mediante fular o mochila: ¿es el mejor porteo para bebés?

  • El porteo ergonómico se considera el sistema más seguro y cómodo para llevar a un bebé desde que nace.

  • Mediante mochila o fular, este tipo de porteo ofrece una serie de ventajas que te conviene conocer.

  • Se trata de un porteo que, además de cuidar del bebé, también lo hace del adulto que lo lleva.

El porteo ergonómico, con fular o mochila, es la opción para llevar al bebé a la que cada vez se apuntan más madres y padres. Poder llevar al bebé consigo a todas partes sin cargar con un carro y disponiendo de las manos libres cuando haga falta podrían parecer motivos más que suficientes para hacer uso del porteo de manera habitual. Pero no todas las formas de portear son iguales, ni igual de beneficiosas. El recomendado por los especialistas es, sin lugar a dudas, el porteo ergonómico, con fular o mochila. Te contamos en qué consiste y cuáles son sus ventajas.

Qué es el porteo ergonómico

Este tipo de porteo recibe el nombre de ergonómico porque respeta la postura natural del bebé en todas las fases de su desarrollo. El peso se reparte en el cuerpo del adulto de manera homogénea, cuidando también de su postura. Decimos que respeta la postura natural del bebé porque cuida de las partes del cuerpo fundamentales en su desarrollo y les da el soporte que necesitan. Estas partes son la cabeza, la espalda y la cadera.

  • La cabeza es muy importante, sobre todo en los tres primeros meses de vida, cuando el bebé aún no es capaz de sujetarla solo. El porteo ergonómico garantiza su sujeción y, al estar el bebé incorporado se evita el riesgo de que se aplane la zona del cráneo sobre la que recae el peso cuando está tumbado, produciéndose una plagiocefalia postural.
  • La espalda encuentra en el porteo ergonómico la posibilidad de adoptar una postura natural porque no es rígida, con lo cual se adapta a la evolución de la columna a medida que el bebé crece. El recién nacido tiene la columna en forma de “C” y poco a poco se va abriendo.
  • La cadera está en posición de “ranita”, con las piernas dobladas y abiertas, y las rodillas por encima de las nalgas. El peso recae sobre el periné, que es lo adecuado, y no sobre los genitales.

El bebé se siente protegido

La proximidad con el cuerpo de su madre, su padre o el porteador que lo lleve hace que el bebé se sienta seguro y protegido. El estado de calma que propicia ir cerca del cuerpo del porteador ayuda al bebé a descansar cuando lo necesita, del mismo modo que puede calmar el llanto, como ocurre muchas veces al cogerlo en brazos. Los bebés necesitan contacto físico, y el porteo ergonómico lo proporciona, favoreciendo el apego seguro.

Facilita la lactancia

La posición del bebé siempre es mirando hacia el adulto, y cuando es su madre, sin apenas esfuerzo se le puede ofrecer el pecho siempre que el bebé lo necesite, favoreciendo la lactancia. Además, al estar en contacto el bebé y la madre, esta segrega más prolactina y aumenta la producción de leche.

Ayuda a disminuir los cólicos del lactante

Los cólicos del lactante son una de las principales preocupaciones de los padres de bebés menores de tres meses. Acabar con ellos no resulta sencillo, pero hay determinados gestos que ayudan a aliviarlos, y el porteo ergonómico es uno de ellos. Gracias a que el bebé está en posición vertical, pegado a una fuente de calor (el cuerpo del porteador) y en movimiento, el dolor de tripa disminuye y mejoran los molestos síntomas.

Los estímulos están bajo control

El mundo que rodea al bebé está repleto de estímulos que, en ocasiones, pueden desbordarle. Cuando le llevamos en porteo, recibe estos estímulos sin perder el contacto con su padre o madre, lo que le da seguridad. Además, nunca está mirando hacia afuera, sino hacia su porteador, lo que ayuda a que sea el bebé quien decida cuándo mirar hacia un lado u otro, y cuando refugiarse en el pecho de sus progenitores, donde se encuentra protegido.

Cuida la postura del porteador

Es importante no solo que el bebé vaya en la posición correcta, sino que también lo haga el adulto que portea. Evitar dolores y lesiones de espalda es imprescindible para el bienestar del padre y la madre, además de garantizar la continuidad del porteo tanto como se quiera. El porteo ergonómico evita que la espalda del adulto se desvíe de su centro de gravedad, y no ejerce presión en los hombros, el abdomen o la cadera. Además, permite que las manos queden libres, tanto por comodidad como por utilidad.

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