De fortalecer su unión a interferir en su personalidad: pros y contras de vestir igual a los gemelos

Vestir a los hermanos gemelos y mellizos con la misma ropa puede considerarse toda una tradición que nos toca comenzar a cuestionar a día de hoy. Durante años, al menos en las ocasiones especiales, aunque también muy a menudo en el día a día, se consideraba lo más adecuado, además de que se veían monísimos. Los embarazos múltiples han aumentado de manera visible en los últimos años ya que existe una alta posibilidad de que ocurran cuando se realizan técnicas de reproducción asistida.

Cada vez somos más conscientes de la importancia del desarrollo psicológico y emocional de los niños, y de cómo debemos prestar especial atención a determinados gestos cotidianos que hace apenas dos décadas nos parecían muy lógicos, pero que ahora sabemos que debemos cuestionarnos. Vestir con la misma ropa a los hermanos gemelos es uno de ellos.

Si bien la tendencia social era hasta hace no tanto recalcar con la vestimenta las similitudes físicas de los gemelos, suponiendo que podían ser extensibles al carácter y a la personalidad, a día de hoy el empeño está puesto, más bien, en ayudarles a diferenciarse para que cada uno pueda desarrollar su verdadera personalidad de manera individual. Un ejemplo muy claro es la pauta que se aplica en todos los colegios de separar de clase a los hermanos gemelos, para que cada uno pueda tener sus propios amigos y crecer con autonomía sin verse condicionado por la idea preestablecida de que ha de comportarse igual que su gemelo, mermando, además, la capacidad de relacionarse socialmente.

Esto no quiere decir que no podamos vestir de la misma manera a nuestros hijos, gemelos o mellizos, pero es conveniente ser consciente de las implicaciones que puede tener en su desarrollo, además de en otros aspectos de tipo práctico, para que lo hagamos buscando siempre el bienestar de los pequeños.

Sabemos que comprar la ropa de los niños y bebés puede ser tan delicioso como estresante. Claro que nos gusta elegir con cuidado aquellas prendas que más nos gustan para ellos y con las que los imaginamos tan monos. Pero, por otro lado, vestirse es una necesidad que debe estar cubierta y que en ocasiones puede ponernos contra las cuerdas porque muchas veces nos encontramos con que necesitan cosas de un día para otro, por un sinfín de razones. Cuando tenemos gemelos la cosa se complica porque debemos comprar por dos, y si encima nos tenemos que detener a elegir qué va a llevar cada uno puede requerirnos más tiempo y energía de la que nos gustaría, por eso comprar la misma ropa para los dos hermanos es muchas veces lo más rápido, cómodo y eficaz.

Y no solo ahorras tiempo a la hora de comprar, sino también a la hora de pensar en cómo vestirles cada día, porque no es lo mismo pensar que se pone uno que dos. De nuevo el esfuerzo de elegir dos estilismos desaparece, porque solo tienes que decidir un estilismo.

Más allá de que se busque la independencia y autonomía de cada gemelo, es innegable que están unidos por un estrecho vínculo, y verse vestidos iguales les hace sentir más unidos entre ellos. Vistiéndoles igual también puedes evitar posibles discusiones porque es muy posible que uno quiera ponerse lo que lleva el otro, o que te recriminen por no tratarlos de la misma manera si uno piensa que la ropa del otro siempre es mejor.

Tampoco podemos olvidar, aunque solo sea por diversión, lo que les gusta a los gemelos en muchas ocasiones jugar al despiste y disfrutar de la confusión que puede provocar en determinadas personas que vayan vestidos iguales, ya que a veces se hace casi imposible distinguir quién es quién si no les conoces lo suficiente.

Comprarles la misma ropa supone un ahorro de tiempo, es cierto, pero no de dinero, porque no es posible jugar al intercambio, que es sin duda una de las ventajas de que ambos hermanos utilicen la misma talla.

A medida que van creciendo, vestir con la misma ropa puede ejercer sobre los gemelos una presión que les haga sentir que, de la misma manera que visten la misma ropa, están obligados en cierto modo a estar siempre junto a su hermano y a comportarse igual que es, restándoles libertad de desarrollo personal.

No podemos olvidar que cada persona es única e independiente, y que tener un hermano gemelo no cambia esa condición por muy estrecho que sea el vínculo que hay entre ambos. Tener la posibilidad de diferenciarse y encontrar cada uno cuál es su manera de vestir, es decir, de expresar su propia personalidad, es fundamental para su crecimiento. Por mucho que coincidan en determinadas cosas, cada uno va a tener sus propios gustos, y la ropa es una forma de expresarlos que no podemos anular solo por comodidad o por la decisión estética de que nos gusta verle iguales. Y mucho menos porque pensemos que lo son.

Tener en cuenta cuál es la personalidad de cada uno y ayudarles a que la desarrollen vistiendo es fundamental para que saquen a la luz cuál es su verdadera personalidad.