¿Por qué es necesario inyectar vitamina K en un recién nacido?

  • Cuando un bebé nace son muchas las pruebas que se tienen que realizar para comprobar que todo está bien.

  • Uno de los primeros procedimientos será la administración profiláctica de vitamina K a través de un pinchazo por vía intramuscular.

  • Esto evitará que se produzca el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K.

Cuando un bebé nace se realizan una infinidad de pruebas para conocer que todo ha salido correctamente. Así, uno de los procedimientos generales, cuidados y pruebas que se llevan a cabo, nada más nacer, es la administración profiláctica de vitamina K mediante un único pinchazo por vía intramuscular. Pero, ¿en qué consiste este pinchazo? ¿Por qué es tan importante?

La inyección de esta vitamina está muy relacionada con el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K, un síndrome raro que se da en muy pocos casos y que de producirse puede llegar a ser muy grave e, incluso, provocar la muerte. La enfermedad hemorrágica del recién nacido es una coagulopatía adquirida secundaria, debido a una deficiencia en los factores de coagulación dependientes de la vitamina K.

¿Cuándo se puede dar déficit de vitamina K?

Esta enfermedad puede presentarse de distintas formas, por ejemplo, se podrá producir en un comienzo temprano, es decir, entre las primeras 24 horas desde el nacimiento o durante la primera semana y la localización de la hemorragia puede ser gastrointestinal, cutánea, nasal y secundaria a una circuncisión. Además, esta enfermedad podrá darse de forma tardía, tras la segunda semana y durante los tres primeros meses de vida.

Las hemorragias más frecuentes son aquellas de origen intracraneal, las cuales suelen asociarse con una mayor mortalidad y discapacidad. Además, pueden presentarse hemorragias de origen cutáneo y gastrointestinal, asociada a enfermedades hepáticas y de malabsorción intestinal.

Respecto a la incidencia de la enfermedad, cuando no se administra profilaxis, varía dependiendo de su forma. Así, en la forma más clásica o durante la primera semana de vida, la incidencia es de cinco a seis recién nacidos por cada 100.000, mientras que en la forma tardía puede llegar a alcanzar los siete casos por cada 100.000 nacimientos vivos.

¿Cómo se administra la vitamina K?

La Academia Americana de Pediatría recomienda que la administración se realice por vía intramuscular a través de una dosis única de vitamina K, ya que de esta manera es cómo más se protege. También, la Organización Mundial de la Salud se suma a esta recomendación y habrá que administrar la dosis respetando el contacto piel con piel entre la madre y el bebé. Eso sí, nos encontraremos con diversos inconvenientes, entre los que podemos observar el dolor de la inyección o un riesgo muy bajo de daño neuromuscular local.

En el caso de la administración oral, el principal problema viene con el incumplimiento de las dosis, ya que habrá que mantenerlas durante un periodo largo de tiempo. Otra desventaja estará en la administración en bebés con riesgo que no se pueden identificar al nacer.

¿Se puede elegir cómo administrar la vitamina K?

Por tanto, por lo general, en todos los hospitales se administrará por vía intravenosa, pero, ¿se puede elegir? Dada la evidencia científica, la administración se suele llevar a cabo a través de un pinchazo y se trata de una acción dolorosa que debe recibir el bebé nada más nacer.

Hay padres que se plantean la posibilidad de evitar la inyección y administrar la vitamina de forma oral. En estos casos, el Ministerio de Sanidad insiste en la importancia de cumplir correctamente con la dosis tomada y prestar atención cuando existen distintos factores de riesgo como prematuridad, trauma de parto o patología hepática. Eso sí, la administración podrá cambiar dependiendo de la situación del bebé.

Así, si el pequeño es prematuro, es decir, ha nacido antes de la semana 32 o tiene un peso inferior a los 1000 gramos, se tendrá que tener especial cuidado. En estos casos, se disminuirá la dosis inicial de vitamina K administrada por vía intramuscular o intravenosa para evitar acumulaciones de vitamina K que excedan los niveles fisiológicos. Posteriormente, si están tomando el pecho, deberán recibir suplementos.