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Hülya ha visto como todas sus ventajas se han esfumando de la noche a la mañana. Tras abandonar la mansión Atahan y estar bajo el techo de Efsun y Arda, la madre de este no da crédito ante la nueva realidad que le está tocando vivir. Después de que Sultan la haya puesto a lavar la ropa a mano, Hülya tendrá que hacer frente ahora a un nuevo reto personal: tomar el autobús público para desplazarse.
En el próximo capítulo, Hülya protagonizará un bochornoso incidente durante su primer viaje en autobús. Ajena a los códigos que los conductores manejan durante su ruta, Hülya se ofende porque el chófer le ha pedido que limpie el vaho del cristal. Una petición que desatará la furia en Hülya, la cual protagoniza un auténtico numerito junto al conductor. "No soy vuestra sirvienta. Uno me hace pasar el dinero y otro me dice que limpie la ventana, es increíble", reprocha en voz alta esta. ¿La harán bajar del autobús?
La tía de Efsun está aprovechando la estancia de Hülya en la vivienda para cobrarle todas y cada una de las humillaciones que esta le ha hecho durante años. Mientras Hülya tenía dinero y prioridades frente al resto del vecindario, la madre de Arda y Müge se aprovechó de los más desfavorecidos y les quitó tierras y propiedades, pero ahora parece que el dado se le ha dado la vuelta y Sultan no piensa desaprovechar la oportunidad para vengarse de lo sucedido.
Mientras Hülya pide que le enseñen donde se encuentra la lavadora para lavar su ropa, Sultan se burla de ella haciéndole creer que en la vivienda disponen de lavadora portátil: un cubo verde con agua caliente y jabón. En este recipiente Hülya debe meter su ropa y frotar con sus manos para que quede limpia, lo que supone una auténtica humillación para esta al no saber cómo frotar. Mientras Sultan le explica cómo se deben mover las manos, la tía de Efsun rompe en carcajadas al ver la poca práctica de la hermana de Mehmet Emir.
El clima que se respira en la mansión Atahan es casi imposible de sostener. Tras la marcha de Nuran, la pérdida de la empresa familiar y la ausencia de varios miembros del clan familiar, la vivienda parece estar más vacía que nunca. Una situación de inestabilidad y conflicto que hará temblar los cimientos de la familia. El patriarca de los Atahan parece no estar atravesando por su mejor momento y el sentimiento de culpabilidad que lo inunda hará que acabe cometiendo una locura.
Mehmet Emir se encierra en su despacho para acabar con su vida. Pistola en mano, este quiere frenar todo el sufrimiento que atraviesa y decide apuntar a su cabeza para quitarse del medio. Por suerte, Ates consigue intervenir en el momento adecuado y arrebatarle el arma de las manos. "Tranquilícese. Ya ha pasado", intenta calmarlo Ates. Mehmet Emir rompe en llanto y no puede evitar culpabilizarse por haber perdido la empresa y a su familia. ¿Conseguirá salir del pozo en el que se encuentra?
Mehmet Emir atraviesa su momento más crítico. Tras haber perdido la empresa familiar y estar en la ruina, el hermano de Hülya no puede sorportar más el sentimiento de culpabilidad que lo inunda y decide tomar una decisión: acabar con su vida. Sin embargo, la llegada de Ates en el último instante conseguirá mantenerlo con vida, aunque no sabemos si por mucho tiempo. ¿Conseguirán que cambie de opinión? Si quieres averiguar qué ocurre, no puedes faltar a tu cita diaria Divinity. De lunes a jueves a las 23:15 horas, los nuevos capítulos de 'Me robó mi vida'. ¡No te los puedes perder!
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