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Los días poco a poco son más largos, las temperaturas se elevan e incluso la luz parece otra. No hay duda de que la nueva estación ya ha hecho acto de presencia (y con suerte, para quedarse). El refrán que afirma que “la primavera la sangre altera” se podría completar añadiendo que, lo que también cambian son las prendas del armario. En efecto, durante estas semanas se inaugura de manera oficial la época del ‘entretiempo’, que implica que los jerséis de lana abran hueco a prendas algo más ligeras y con una variedad de colores más intensa y alegre que la de los meses precedentes.
En lo que a moda respecta, en estas fechas las chaquetas, cazadoras y blazers se vuelven casi imprescindibles en el día a día. Pero si hay una protagonista de los looks primaverales esa es la gabardina. Una de las pocas prendas con el carácter suficiente para que cualquier estilismo en el que se incorpore, se vea en cuestión de segundos mucho más elegante.
Además, no hay que olvidar que si por algo se caracteriza la primavera es por el llamado ‘efecto cebolla’, o lo que es lo mismo, componer el look de varias capas de las que se irán prescindiendo a lo largo del día. Y es que una sabe a qué hora sale de casa, pero no tiene muy claro cuándo volverá, y en estos meses el clima puede cambiar en cuestión de segundos. Por este motivo la presencia de la gabardina está más que justificada, pues además los tejidos con los que están confeccionadas calientan en su justa medida, sin resultar agobiantes.
Ahora bien, aunque cada año cambien las tendencias y siga figurando entre las piezas clave del vestidor, eso no significa que no se reinterpreten tanto sus cortes como las formas de lucirla. Burberry por ejemplo en su última propuesta la muestra sin mangas mientras que MaxMara aboga por jugar con el patchwork o Celine, que la redefine como si se tratase de un vestido.
Sea como fuere, por mucho que pueda cambiar en pequeños detalles, la esencia sigue siendo la misma: la versatilidad de la gabardina es indiscutible. A la hora de encontrar inspiración sobre cómo llevarla, Instagram es una fuente de inspiración para todos los gustos. A continuación, algunas ideas para lucirla 24/7 atendiendo a las corrientes de estilo imperantes.
Los vestidos lenceros fueron una de las prendas favoritas el pasado año y todo apunta a que de nuevo se convertirán en los más populares. Combinados con una gabardina oversize en azul marino, como luce Paula Ordovás, proporciona un contrapunto muy interesante.
Más allá de los clásicos beiges o negros, en 2023 ganan puntos los modelos de tonos potentes como los naranjas, verdes o amarillos. En este caso, igual que Verónica Ferraro, conviene cederle todo el protagonismo del estilismo; o por el contrario, jugar con el color block. Sin medias tintas.
Alexandra Pereira apuesta por un modelo con el cuello camisero, perfecto para las amantes del estilo preppy o aquellas que buscan un conjunto de aires juveniles. En este caso llevarla con el cuello abotonado le aporta un toque más chic. Como broche final al conjunto, no falla peinar la melena hacia atrás -o con efecto mojado- y añadir unos pendientes de pedrería XXL.
Otra de las formas que este año más se ven en la calle es con prendas básicas, sin estampados y de cortes sencillos. Una alternativa donde la creatividad a la hora de jugar con los accesorios resulta clave para no caer en la monotonía.
El athleisure, en otras palabras, la tendencia que defiende el uso indiscriminado de las prendas deportivas más allá del gimnasio está en auge. Y qué mejor que culminar un outfit ‘sporty’ con una buena gabardina como muestra la influencer Julie Sariñana.
Las que prefieran prescindir de los beiges encontrarán en María Pombo una idea muy original con la que conferir al armario de un toque futurista gracias a este modelo de polipiel que combina con un minivestido marrón con pedrería.
Y cómo no, no podía faltar la inspiración francesa de la mano de Jeanne Damas, quien muestra que con los vestidos fluidos y sandalias sofisticadas un trench encaja a la perfección a la vez que se logra un contraste de estilos.
No cabe duda de que existe un tipo de gabardina para cada mujer, ahora solo queda descubrir cuál es la que mejor se adapta a ti.