El estilo boho chic, con su espíritu libre y sofisticado, sigue siendo una de las tendencias más influyentes en la moda. Inspirado en la estética bohemia y con toques hippies, este look ha evolucionado con los años, adaptándose a nuevas generaciones y tendencias del momento, reinventándose así año tras año. Lo que en sus inicios era un reflejo del movimiento contracultural de los años 60 y 70, hoy se transforma bajo una visión más consciente y refinada, combinando comodidad, elegancia y sostenibilidad.
En 2025, el boho chic resurge con fuerza, fusionando elementos vintage con un aire moderno y también vistas al pasado. Las prendas confeccionadas con materiales naturales y reciclados cobran protagonismo, al igual que la apuesta por la artesanía y la moda ética. Este estilo sigue celebrando la creatividad y la individualidad, pero con un enfoque más equilibrado y sofisticado. Marcas como Chloé, Isabel Marant y Etro han reinterpretado esta tendencia en sus colecciones más recientes, aportando una visión contemporánea y lujosa al estilismo bohemio.
Este 2025 mantiene su esencia relajada y artística, pero con una clara apuesta por la sostenibilidad y el minimalismo bohemio. Ahora, se priorizan los materiales ecológicos, las prendas artesanales y la producción ética. Además, se incorporan siluetas más pulidas y combinaciones sofisticadas que equilibran lo bohemio con lo elegante.
Vestidos vaporosos con estampados florales, bordados y tejidos ligeros siguen siendo imprescindibles, pero ahora incluyen cortes asimétricos y detalles modernos como fruncidos o aberturas estratégicas. Las blusas románticas con mangas abullonadas, encajes y volantes en tejidos naturales aportan ese aire etéreo característico del boho chic. Flecos y crochet continúan como protagonistas, especialmente en chaquetas, bolsos y accesorios. En cuanto a pantalones, los diseños holgados como los de lino, palazzo y culotte en tonos tierra o estampados sutiles complementan a la perfección el estilo.
La paleta cromática del boho chic en 2025 se centra en tonos cálidos y naturales, como beige, terracota, verde oliva y mostaza. A esto se suman estampados inspirados en la naturaleza, como flores silvestres, hojas y patrones tribales en versiones más discretas y elegantes. Diseñadores como Nina Ricci y Zimmermann han incorporado estas tonalidades y motivos en sus más recientes colecciones, elevando el boho chic a una nueva dimensión.
No fallan las joyas artesanales, elaboradas con materiales reciclados, piedras naturales y perlas irregulares, están en auge. En cuanto al calzado, predominan las sandalias de tiras, botines de ante y alpargatas con plataforma, ideales para un estilo bohemio y sofisticado. Los bolsos de rafia y tejidos naturales completan la estética relajada pero elegante de la tendencia.
Para evitar que el boho chic luzca excesivamente vintage, combínalo con elementos contemporáneos. Una chaqueta estructurada sobre un vestido fluido o por ejemplo unos tacones modernos con una chaqueta de flecos, crean contrastes armoniosos que actualizan la estética. La clave está en equilibrar lo relajado con lo sofisticado, aportando una dosis de modernidad al estilo tradicionalmente desenfadado.
Eso sí, lo que nunca puede fallar con esta tendencia es la actitud, pues el boho chic no es solo un estilo de moda, sino también una declaración de intenciones.
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