¿A la hora de comprar un bikini, es mejor que la braguita quede ajustada o suelta?
La elección no es solo una cuestión de estilo, también influye en la comodidad, la seguridad y en cómo te sientes al disfrutar del sol y del mar
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Comprar un bikini puede parecer, en principio, una tarea sencilla. Pero la realidad es que dar con el conjunto perfecto se convierte en todo un arte. Colores, cortes, tejidos, estampados… y una pregunta que se repite cada año con la llegada del verano: ¿debe quedar la braguita del bikini ajustada o más bien suelta?
Aunque parezca un detalle menor, la forma en la que la braguita se adapta al cuerpo puede marcar una gran diferencia. Un ajuste inadecuado puede provocar desde incomodidad hasta inseguridad al moverte o nadar. Y es que, más allá de las tendencias, un buen bikini debe acompañarte sin limitaciones, respetando la forma de tu cuerpo y el ritmo de tus vacaciones.
Ajustada, pero sin marcas, así es el punto medio ideal
Según estilistas y expertos en moda de baño, la braguita ideal es aquella que queda bien sujeta al cuerpo pero sin oprimir. Debe mantenerse en su sitio incluso al caminar, sentarte o nadar, pero sin dejar marcas visibles en la piel ni generar presión en la zona abdominal o los glúteos. El objetivo es que sientas libertad de movimiento y una silueta natural, sin tener que preocuparte de recolocar la prenda constantemente.
Por el contrario, una braguita demasiado suelta puede deslizarse con facilidad, sobre todo cuando está mojada, y comprometer tanto la estética como la funcionalidad del conjunto. En estos casos, lo más común es que se formen arrugas o que la tela ceda con el tiempo, perdiendo forma y sujeción.
La importancia del tejido y del diseño
La elección del material es tan importante como la talla. Los tejidos con elastano o lycra permiten una mayor adaptabilidad al cuerpo y aseguran que la prenda recupere su forma tras el uso. También es fundamental prestar atención a las costuras y a la doble capa de tejido, especialmente en zonas delicadas. Una braguita bien construida se notará tanto en su durabilidad como en cómo se ajusta a tus curvas.
En cuanto al diseño, los modelos con bandas anchas en los laterales, talle medio o alto suelen ofrecer una sujeción más firme y uniforme. Por su parte, las braguitas de tiras finas, lazos o estilo brasileño requieren un ajuste más preciso, ya que tienden a moverse con mayor facilidad y suelen estar diseñadas para un look más atrevido.
El truco definitivo: moverse en el probador
Una recomendación que pocos siguen y que puede ayudarte a elegir con criterio es probar el bikini en movimiento. En el probador, no te limites a mirarte de frente: gira, agáchate, levanta los brazos, simula un paseo por la playa o incluso el movimiento de nadar. Así sabrás si la braguita se mantiene en su sitio y si te ofrece la libertad que necesitas. Y recuerda, el ajuste ideal es el que se adapta a ti… y no al revés.