No sólo de blanco viste la mujer bronceada: los otros tonos que acentúan el moreno

Adela Leonsegui 03/07/2014 14:01

El blanco no falla

Todos los veranos tienen algo en común y en cuestión de armario recurrimos al blanco como el mejor comodín. Potencia el bronceado de las pieles que cogen poco tono pero en las que se broncean mucho el contraste puede resultar excesivo y menos favorecedor. Este año, además del orquídea radiante, una extensa paleta de color ha invadido la pasarela y llenado la calle de tonos vibrantes, colores pastel y combinaciones arriesgadas que toda mujer debería probar al menos una vez.

Los amarillos dan buena suerte

Si tienes la piel trigueña, seguramente alcanzas un bronceado intenso en verano. Una de las propuestas más arriesgada y novedosas de la temporada, que favorece especialmente a las chicas morenas, es el color amarillo fresia del vestido de Viviana Volpicella.

Para pieles más pálidas, que no alcanzan a tostarse demasiado, son más aconsejables los tonos amarillos más cálidos, como el color mostaza o el tono ámbar del vestido de Rosie Huntington-Whiteley.

El nuevo naranja

El color naranja, cuya gama puede ir del más cercano al amarillo hasta el que tira a rojo, es muy delicado. Puede ser muy favorecedor cuando consigue resaltar tu tono de piel, es el caso del vestido de Jessica Hart, y un terrible enemigo cuando su color se parece demasiado al de tu tez.

Esta temporada el color naranja se acerca más al salmón que al rojo o al amarillo. Es el pantone naranja celosía (el de las flores del abrigo) que, para un resultado muy actual, puedes combinar con los naranjas vitamina e incluso con los rojos.

El sexy rojo

Aunque se suele generalizar, no hay un solo rojo, este color está lleno de matices que incluyen rubí, bermellón, carmesí, escarlata… El color rojo tiene dos peculiaridades: la primera es que hay uno en particular que favorece a cada tono de piel (sólo hay que encontrarlo) y la segunda es que con quien mejor combina es consigo mismo.

La temporada viene en el rojo cayena de los vestidos de Georgia May Jagger y Heidi Klum, ambas rubias de tez clara. Pero se trata de un color vibrante que favorece igual a las pieles poco bronceadas porque les añade calor, como a las que cogen moreno porque les proporcionan luz.

La gama del verde

La primavera fue la estación de los colores ‘candy’, entre los que ocupó un lugar importante el verde menta o verde hemlock del vestido de Laura Sánchez. Es un tono perfecto para un color de piel ligeramente bronceado, pero pésimo para una tez demasiado clara. Ahora las más atrevidas son capaces de combinarlo con colores vibrantes, como Alessandra Ambrosio y sus sandalias naranja.

Si eres de las que se broncean muy poco, como Julianne Moore, dentro de la gama del verde es mejor que elijas tonalidades oscuras como el verde esmeralda. El contraste con el color de tu piel será mucho más favorecedor.

Azules para todas.

¿Qué tendrá el azul que favorece siempre? Es más fácil de combinar que el negro y por eso sienta bien a todos los tonos de piel. Los azules oscuros del vestido de Candela Novembre sobre la piel bronceada resultan muy elegantes, pero el azul bebé de Clara Courel es igual de favorecedor.

Es combinable con toda la paleta cromática, y de los colores que le acompañen resultará un ‘look’ más o menos cálido, diurno, nocturno, elegante, divertido o cándido.

Orquídea radiante y familia

Más allá del azul está el color violeta que puede ser un color muy cálido apto para pieles tostadas, o frío y perfecto para las mujeres de piel clara. Eva Longoria, cuya piel se broncea fácilmente, lleva un tono cercano al orquídea radiante, el que Pantone eligió como color del año 2014.

La piel clara de Stella McCartney agradece un tono más frío y con tonalidades azules que hagan resaltar su tez blanca sin llegar a eclipsarla. En eso consiste el equilibrio, en usar tonos que iluminen sin aumentar la palidez.

Combinar las gamas

El último giro de estilismo es combinar los colores pastel con los tonos más vibrantes: Lupita Nyong’o el rojo cayena con el azul bebé y Miroslava Duma el naranja y el verde menta. Otra opción igual de arriesgada es la de Caroline Issa, que combina el celeste con la gama de los rosas: del ‘candy’ de las sandalias al borgoña.