{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Se acercan las cenas navideñas de empresa, si vas a ir o no es decisión tuya, pero si vas vístete bien y disfruta. No es que existan unos códigos de etiqueta, especialmente porque cada empresa es un mundo y las relaciones dentro de ella también son únicas, la norma es hacer caso al sentido común poniendo a tu ropa un toque diferente al de todos los días. Pasar de transparencias o escotes de vértigo es una buena decisión, pero no te pases de aburrimiento, es un día especial y se tiene que notar.
La idea que debes tener en la cabeza antes de vestirte para la cena de empresa es que vas de cena con compañeros de trabajo y no de fiestorro con familia y amigos (y esto que vale para la ropa que te vas a poner, sirve para todo lo demás). El código de vestimenta se debe acercar más a la que llevarías en un cóctel y no a la que te pondrías para una boda, pero siempre respetando tus gustos. Estas son algunas opciones que pueden encajar perfectamente.
Si eres de esas a las que no te saca del negro ni bodas, bautizos ni comuniones, cómo va a conseguirlo una cena de empresa. Ya seas chica o chico, permítete una licencia, aunque sea pequeña.
Las chicas este año lo tienen fácil, basta con echarle imaginación al maquillaje dándole bien al brilli-brilli. Lentejuelas en los párpados, purpurina en las mejillas, estrellas en las pestañas, perlas y strass salpicado por la cara… el maquillaje de la serie Euphoria te puede servir de inspiración y echándole un poco de maña seguro que sorprendes a todo el mundo.
Si eres uno de esos chicos que siempre visten de negro, basta con atreverte a mezclar tus prendas de diario con una blazer de terciopelo que, aunque también sea negra, va a conseguir un resultado mucho más festivo.
Las chicas que siempre visten con traje pantalón lo tienen muy fácil porque pueden tirar de tejidos metalizados o recurrir al clásico esmoquin negro, que es un acierto seguro. Combínalo con unos taconazos, recógete el pelo y ponte los labios muy rojos, no te van a reconocer.
A los chicos que no hay quien les saque del traje de chaqueta, habría que darles un meneo de hombros. Mientras tanto, la propuesta para este año es que arriesguen con la camisa, de momento no les pediremos que se la quiten, que es la propuesta que lo peta en las alfombras rojas.
No te preocupes porque puedes ir maravillosa en vaqueros, pero tienes que arriesgar con el resto del estilismo. Para esta ocasión puedes elegir un pitillo o un palazzo de talle alto, que son más fáciles de combinar con blusas de seda, raso u organza, así conseguirás el aire festero que necesitas incluso con pantalones vaqueros.
Para los chicos que no salen del vaquero, al menos que se olviden por un día de las zapatillas deportivas, las camisetas y los jerséis de lana. Es el momento de elegir tu vaquero menos destrozado y ponértelos con camisa, chaqueta o abrigo, de momento no vamos a pedir más.
Es una ocasión perfecta para sacar a la calle ese vestido de cóctel ideal que tienes guardado en el armario a la espera de un momento especial. Es la típica prenda que te compraste porque te encantaba, pero que no te pones en eventos diurnos porque es demasiado, ni tampoco en fiestas nocturnas porque se te queda corto. Pues la cena de empresa es el momento de sacar la artillería y no importa si está lleno de flecos, lunares, flores, lentejuelas o bordados, el hecho de tener el tamaño a mitad de pierna lo convierte en la pieza perfecta parta este tipo de ocasiones
Las que están acostumbradas a arriesgar llevarán mirando modelitos varias semanas sin haber podido tomar ninguna decisión. Para ellas nada es suficiente, así que se pueden atrever con algunas propuestas arriesgadas que este año son tendencia: un traje de chaqueta de terciopelo o lentejuelas, un vestido mini de mangas arquitectónicas o apostar por algunos detalles de plumas bien incorporados y sin que resulten demasiado sofisticados.
En cuanto a los chicos, depende de cuánto riesgo quieran correr. Un traje a medida puede ser una elección perfecta siempre que elijas tejidos especiales y en estos entran desde el brilli-brilli a los bordados. Pero para los chicos arriesgados no hay límites y no seremos nosotras quienes se los pongamos.