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La nueva generación española de “diseñadores masculinos” y algunos de los ya consagrados, hace moda sin etiquetas y para hombres sin prejuicios. Crear con libertad es la máxima que les une, aunque cada firma siga sus líneas creativas propias y personales.
Nombres como Hedi Slimane, Raf Simons, Virgil Abloh o Demna Gvasalia llevan tiempo allanando el camino hacia un nuevo concepto de moda que trasciende los estereotipos de género y las nuevas generaciones tienen como objetivo afianzar conceptos como nueva masculinidad o estética unisex.
Esa ola de cambio se ha abierto paso en las colecciones masculinas de moda española, un cambio que algunas firmas han visibilizado creando un nuevo concepto de masculinidad y otras dejando de dividir la moda por sexos y creando tendencias sin etiquetas.
Ana Locking, Palomo Spain, Carlota Barrera, Mans Concept, Tíscar Espadas, 44 Studio y Anel Yaos. No olvides estos nombres porque son los que marcan tendencia en la moda masculina española.
Es la veterana de la lista, pero es que la diseñadora Ana Locking ha sabido mantener el delicado equilibrio que existe entre la artesanía y la experimentación, la atención al detalle y el sentido de la practicidad, el arte contemporáneo, la cultura juvenil y sus experiencias personales. Sus claves son la cuidada selección de los tejidos, la sastrería de calidad, los detalles hechos a mano y la vanguardia en el diseño, por eso ha jugado un papel imprescindible en la revitalización de la moda española de los últimos años.
Con apenas seis años de vida, la firma Palomo Spain se ha convertido en algo más que un referente de moda. Su estilo inconfundible, una fusión de sastrería masculina y líneas femeninas, ironía, glamur, romanticismo, teatralidad y barroquismo, se ha ganado a la crítica y al público y ha conquistado a artistas como Miley Cyrus, Beyonce, Madonna o Harry Styles.
Carlota Barrera ha construido su marca a través de una mirada muy personal, la de una mujer queer que se inspira en la herencia española y las identidades de género en evolución. Parte de una silueta masculina clásica -se formó en sastrería masculina- que transforma para crear diseños fluidos y contemporáneos. Su objetivo es iniciar un diálogo sobre género y la sustitución de las rígidas reglas masculinas por nuevas masculinidades.
Jaime Álvarez es el nombre que hay detrás de la marca Mans Concept, una firma que reivindica la idea de una masculinidad renovada, libre y sin prejuicios en a la hora de vestir. En su trabajo se aprecia la búsqueda constante de una nueva sastrería de estética vanguardista -una mezcla de Saville Row con técnicas japonesas de cortes limpios e innovación en los tejidos-, en la que fusiona las subculturas juveniles con referentes clásicos hasta encontrar el equilibrio perfecto.
Fusionar la moda y el arte es el objetivo de esta diseñadora que, desde la ilustración, aterrizó en la moda masculina por considerarla un reto creativo más amplio e inexplorado que la femenina y donde es más complicado renovar conceptos. Sus estudios de sastrería son la base para entender un complejo oficio que Tíscar Espadas interpreta con una visión mucho más abierta mediante la creación de prendas sin género, que aspiren a lo humano y universal.
44 Studio es la marca creada por Xavi García y Franx de Cristal con el objetivo de hacer moda sin barreras, sin etiquetas ni géneros, en la que convergen pasado y futuro, tradición y tecnología, sastrería y streetwear. Su deseo es crear piezas atemporales y redefinir la silueta clásica, pero sin perder de vista la sostenibilidad y la viabilidad. Una de las ideas que guía sus colecciones es crear prendas que perduren en el tiempo y por eso no hacen tallas, tan solo un patrón oversize que se enmarca en una estética unisex.
Los referentes de Anel Yaos son las décadas de los 70 y 80 y sus señas de identidad son los volúmenes, la ambigüedad, las mezclas de tejidos y de estampados. Busca hacer ropa que siente bien a diferentes tipos de cuerpo. Sus colecciones están llenas de contradicciones, tanto en los conceptos en que se inspira -que van del día a la noche, de la oscuridad al color y del misterio al romanticismo-, como en el uso de los tejidos -seda, piel, punto, lana y raso frente a plásticos y redes-, pero con un objetivo único y claro: crear ropa sin reparar en que la usen hombres o mujeres.