¿Buena idea o delirio? Karlie Kloss y la moda de los vestidos ‘transformer’

Carlota Gómez 02/06/2016 20:19

Lo estábamos viendo y no lo creíamos. Al parecer una mancha de vino en el dobladillo fue el culpable, aunque igual estaba todo orquestado en una perfecta estrategia de marketing. El caso es que Karlie Kloss ‘rompía’ Instagram al cortar su vestido. Eso sí, bajo las expertas manos del propio diseñador, Brandon Maxwell.

Días antes, éste vídeo daba bastantes pistas de lo que podía llegar a ocurrir.

Como suele pasar, defensores y haters no tardaron en pronunciarse sobre este 'asesinato' en directo. Lo cierto es que, contra todo pronóstico, el resultado fue digno de alabar y Karlie Kloss continuó el resto de la noche con su nuevo vestido tipo cocktail más sexy y algo más informal que acompañó de una blazer oversize blanca. Aviso a navegantes: mucho cuidado con este DIY en propias carnes, mejor dicho, vestidos.

Cinco meses antes, la actriz y cantante Zendaya sorprendía en la alfombra roja de los Globos de Oro con un espectacular Marchesa brocado granate con tres maxi volantes. Pero lo que más llamó la atención fue algo que no captaron todas las cámaras y es que su vestido escondía un secreto que le permitía lucir tobillos y altas sandalias. ¿Cómo lo hizo? La propia firma confesaba que: "por la estructura de miriñaque del vestido se podía recoger la segunda capa, haciendo que quedara más corto sin modificaciones permanentes". "Gracias a la gran construcción del vestido, Zendaya pudo bailar toda la noche", declaró su estilista Law Roach.

El día de la boda puede ser el momento perfecto para jugar con el vestido de novia y transformarlo a medida que avanza el día. Eso fue lo que hizo la modelo y socialité Poppy Delevigne con su modelo Chanel Alta Costura. Se trataba de un elegante vestido con apliques florales, pedrería y volúmenes que acompañó de un sencillo velo de tul, y que tras finalizar la ceremonia transformó en un modelo mini al quitarle la cola. En un instante Poppy se convirtió en una novia igual de chic pero más atrevida y divertida.

Otra novia que se divirtió al jugar con su vestido de novia fue la empresaria creadora de Moda Operandi e 'it girl' Lauren Santo Domingo, que tras acabar la ceremonia y dar el 'sí quiero' decidió pasar de largo a corto con la ayuda de su amigo y diseñador de su traje de novia, Olivier Theyskens. Tras quitar la cola, Lauren estaba igual de espectacular con un vestido corto de plumas, palabra de honor midi y bajo asimétrico. Sin duda, una mejor opción para bailar hasta el amanecer.

Volvemos a la gala del MET y es que este año también vimos cómo otro vestido se transformaba en directo. En esta ocasión no hizo falta cortar ni recoger nada, sólo apagar las luces. El propio Zac Posen publicaba en Instagram cómo el vestido de la actriz de Homeland, Claire Danes, se transforma en el de la mismísima Cenicienta gracias la fabricación de un modelo 'techie' en organdí, tejido con fibra óptica y cuyo interior escondía cosidos 30 paquetes de mini baterías. Sin duda, pura tecnología.

No es la primera vez que veíamos un espectáculo visual en un vestido. En los Grammy de 2013, la cantante Carrie Underwood sorprendía al convertir su vestido en un modelo que cambiaba según las imágenes que sobre él se proyectaban. Lo que a priori era un vestido más de alfombra roja, había sido elaborado por cuatro personas en 80 horas, contaba con nueve metros de raso, miles de cristales Swarovski y más de 90 metros de tul y crinolina para apoyar la falda. Un diseño de Don O'Neill para Theia que sorprendía y que se transformó en un modelo único.

Aún tenemos muy reciente el festival de Eurovisión. Y si nos remontamos un año atrás no podemos evitar acordarnos del original vestuario con el que Edurne daba un giro en su actuación. La representante española comenzaba con un diseño largo, rojo y con capa que desaparecía a mitad de la actuación para mostrar un vestido de José Fuentes largo dorado, con incrustaciones de cristal, transparencias y gran abertura lateral que pesaba cinco kilos y repleto de microlentejuelas de tono bronce. No ganamos, pero logró sorprender y arriesgar.