Lavar la ropa nueva antes de estrenarla es importante más allá del coronavirus

El ciclo de una prenda de ropa hasta llegar a nuestras manos es muy grande, por lo que lo más sensato es lavarla antes de estrenarla
Lavar la ropa antes de la primera puesta es muy importante en bebés y niños, pues su piel es mucho más sensible
Del perchero al probador, del probador a la bolsa, y de la bolsa al armario. Ese es el ciclo normal que hacemos con cualquier prenda de ropa que se compra en la tienda. Pero antes de todo este proceso, la ropa que llevamos a casa ha recorrido otro camino del que no somos plenamente conscientes. Para su confección y traslado hasta la tienda ha pasado por varias manos, o incluso por algún proceso químico que potencie las características del tejido o lo refuerce. Entonces, ¿deberías lavar la ropa nueva antes de estrenarla? ¿O es una manía a la que no debemos hacer demasiado caso?
Aunque en el fondo lo sabemos, parece que nuestro cerebro evita cierta información cuando compramos ropa nueva y nos la llevamos a casa. Antes de verla en el escaparate, cada prenda ha tenido una vida previa con las personas encargadas de su elaboración, para luego pasar a quienes la empaquetan y transportan hasta la tienda en la que un dependiente la coloca. Muchas personas la tocan, se la prueban, o se la llevan a casa para después devolverla. Más allá de la preocupación que todo esto puede causarnos en la situación actual provocada por el coronavirus, no cabe duda de que, si nos fijamos en su ciclo, la ropa aglomera una gran cantidad de bacterias.
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Un proceso de elaboración con productos químicos
Cuando ese vestido floral se planta ante nuestros ojos lo único en lo que piensas es en cogerlo y llevártelo al probador, deseando que te quede perfecto para estrenarlo en tu próxima cena con amigas. Pero claro, nuevo no es sinónimo de limpio, pues durante su fabricación cada prenda puede pasar por distintos tipos de tratamientos, algunos de ellos con productos químicos, para conseguir la fijación de los tintes o evitar demasiadas arrugas. Y ya no es solo su confección, su presencia en la tienda hace que cada prenda este expuesta a numerosos gérmenes, dependiendo de cuantas manos pasen por ella.
El principal problema es que las sustancias utilizadas o las bacterias pueden provocar, según expertos y algunos estudios, una dermatitis alérgica o irritación cutánea. Aún así, en la gran mayoría de la población no suelen existir problemas, pero las personas con patologías en la piel, que la tengan sensible o atópica, son los que más predisposición presentan para que una camiseta o un pantalón nuevo pueda generarle reacciones.

Pero si en personas con problemas dermatológicos hay que tener cuidado, con los bebés también, pues su piel es mucho más sensible que la de los adultos. Por eso, la ropa de bebés siempre debe lavarse antes de ser estrenada para eliminar los posibles productos y los gérmenes que puedan hallarse. Además, ten en cuenta que tendrás que lavarla con un detergente especial para ellos, que no sea perjudicial para su piel, y no utilizar suavizante.
Mejor lavar que curar
La cantidad de manos y sustancias por las que pasan las prendas de ropa deben hacernos cambiar el chip y lavarla antes de lucirla en público por primera vez. Parece que con el coronavirus es una idea que le ronda en la cabeza a muchas personas, pero el ser humano tiende a olvidar, por lo que es un hábito que debemos aprovechar de la pandemia para incorporarlo para siempre a nuestra vida.
Un lavado antes de estrenar cualquier prenda de ropa es lo más aconsejable, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), siguiendo siempre las recomendaciones que aparecen en esa molesta etiqueta interior que tendemos a cortar, pero nos da una información valiosísima. ¿Por qué? Pues porque te expone cómo debes lavar cada prenda, la temperatura máxima o si el centrifugado esta recomendado o no. De esta manera la ropa saldrá limpia, no habrá encogido y tampoco te llevarás ninguna sorpresa por si se ha desteñido esa falda que tanto te gusta.

Pero más allá de vestidos, pantalones o camisetas, en las prendas en las que es más importante hacer este proceso es en las que van a entrar en contacto directo con la piel, como la ropa interior, los biquinis o incluso las toallas de baño. Y un último consejo, cuando alguien se prueba la ropa, lo suele hacer directamente sobre la piel, pero es aconsejable, en especial en aquellas personas que tienen problemas dermatológicos, que lo hagan con algo debajo, para así evitar el contacto directo con la piel.
Ya sabes, si eras de las que no lo hacía puede que sea el momento de empezar a lavar la ropa antes de estrenarla. Te libras de microbios y de un contacto directo con la piel de sustancias que pueden ser nocivas para ella, en especial la de los bebés y los niños, pues su sensibilidad cutánea es mayor y, por tanto, es más fácil sufrir irritaciones.