Doña Letizia apostó por un vestido de Carolina Herrera de color negro, con una pequeña franja a la altura de la cadera en color blanco, silueta lady, más escote de lo habitual en sus galas y eventos oficiales y de corte midi. El pelo, lo llevaba también más desenfadado que de costumbre, suelto y con ondas rizadas. Además, lució unos stilettos del mismo color que el vestido, y con la parte trasera blanca. Los únicos complementos que utilizó fueron: un bolso negro de Bottega Veneta, y unos pendientes en forma de aro, no llevó más joyas.
El rey Felipe apostó por lo seguro. Un traje de color azul marino, con camisa blanca, zapatos negros y una corbata de color morado que daba un toque de luz a su vestimenta.
No es la primera vez que la reina Letizia arriesga en su estilismo en estos premios. El año pasado, que también fueron los encargados de presidir el evento, dejó a todo el mundo sorprendido con su look. Un minivestido blanco y negro de volantes de Teresa Helbig, que combinó con unos tacones negros de salón de la firma Prada. Un vestido al más puro estilo charlestón que dio mucho que hablar. Ese año también eligió llevar la melena suelta, con algo de volumen, pero sin las ondas tan rizadas como esta vez y un maquillaje natural como suele llevarlo habitualmente.
Los reyes llegaron sobre las 20:30 al evento y el periodista Rubén Amón fue quien recibió el premio. Un profesional al que el jurado valoró por "su versatilidad como periodista y su capacidad para entretener, sin sacrificar el rigor". Unos premios que ayer cumplían su XXXV edición y que organiza la Asociación de Periodistas Europeos. Cada año se celebran en un lugar diferente, el año pasado fue el hotel Ritz y este año le tocó el turno al hotel Palace de la capital.