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Los tatuajes son tendencia. Raro es ya el que no tiene siquiera una gota de tinta adornando su cuerpo, pero todavía hay algunos que no se atreven a dar el paso, y no solo por no saber elegir un diseño que nos guste de por vida o el miedo a las agujas y a que pueda doler, que también, sino por no saber decidir dónde quedará mejor el tatuaje en cuestión.
Y es que hay zonas que duelen más que otras pero también algunas que parecen haberse hecho para llevar un tatuaje. Y así lo están dictando ahora las tendencias en tinta que se ven a través de Instagram, entre otras redes sociales.
Una vez más, son las famosas, famosos e influencers los que nos ayudan en esta tarea de encontrar el sitio ideal para tatuarnos inspirándonos con los suyos. Pero no solo la hacen dejándonos las zonas del cuerpo más sexys y sugerentes para hacerlos y en las que mejor quedan, sino dándonos ideas de la forma y el diseño que pueden tener estos si nos apetece hacernos un tatuaje pero todavía no sabemos ni qué ni cómo.
Quizás los tatuajes en las costillas sea uno de los más dolorosos pero también uno de los más eligen las famosas. Hay muchas formas de llevar adornadas las costillas con tatuajes. Una forma de hacerlo es en el costado, pequeños de forma horizontal y finos o vertical, o también como lo lleva Rihanna, justo debajo del pecho. Estos tatuajes en las costillas son mucho más fáciles de ocultar, ya que siempre van por debajo de la ropa, y justo por eso dan ese toque de sensualidad, ya que salen a escena con bikinis y ropa interior. Además, son perfectos para realzar el pecho y hacer que este parezca más grande y firme. Eso sí, suelen ser tatuajes grandes y los más atrevidos, por lo que son los que también generan más reticencias a la hora de hacérselos.
Otro de los tatuajes por los que más apuestan las famosas es el que se lleva en los antebrazos. Pero en lugar de hacerte solo uno, sino varios pequeños y de trazo fino que adornen los antebrazos al completo. Si te atreves, puedes seguir subiendo por el interior del brazo, no todos seguidos sino repartidos, estos darán mucha más personalidad.
Aunque si no te gusta la idea de llevar demasiados tatuajes en los brazos, puedes apostar por dedicar solo una parte del brazo a tu tatuaje. Uno de los sitios más demandados es la muñeca, especialmente en el lateral. Es mucho más discreto y por eso es un tatuaje perfecto para hacerlo como el primero si aún no tienes ninguno. Además si no quieres que se vea siempre, puedes taparlo con el reloj, las pulseras o las mangas en invierno.
Si quieres otro tatuaje discreto y delicado, una opción es hacerlo en la cadera o en la parte de arriba de la pierna, como el que lleva Dulceida además de los que luce en los antebrazos. En esta zona lo mejor es apostar por un tatuaje fino horizontal, como una frase o una palabra en lugar de un dibujo. Es decir, algo que rompa con la verticalidad de la pierna.
Sin duda, los tatuajes en el pecho son unos de los más sexys en el cuerpo masculino, especialmente cuando se tienen marcados los pectorales. Se puede apostar por ellos cubriendo todo el pecho o como Brooklyn Beckham, más pequeños y adornando solo una parte si se quiere algo más discreto o repartir diferentes tatuajes por todo el cuerpo, para no recargarlo y dar un aspecto más bohemio.
Si te atreves, puedes comenzar el tatuaje en el pecho y seguir subiendo por el cuello, porque este es el tatuaje menos discreto que existe. De hecho, cuanto más compacto y recargado esté mejor. Puedes empezar con pequeños tatuajes repartidos en el pecho y después hacer un dibujo completo en el cuello. Y si te atreves, hacer que este suba también por la cabeza, como lo lleva Zayn Malik. Este tipo de tatuajes aportan un carácter rebelde, pero son de los más complicados de defender y corres el riesgo de cansarte pronto del diseño.
Algunas celebrities como Chiara Ferragni o Cara Delevigne llevan las manos tatuadas. Y con manos nos referimos los nudillos, diferentes falanges de los dedos o el lateral de la mano. Estos tatuajes dan un toque de estilo propio pero lo cierto es que son los que más sufren, ya que son los que están más expuestos, y no solo a la luz sino a todo lo que pasa por nuestras manos, lo que supone arañazos, golpes y la posibilidad de que se vuelva verde más rápido.