Diane von Furstenberg: "Si una mujer alcanza el poder, es importante que ayude a otras"

divinity.es 04/11/2014 18:00

A la belga y ex princesa (perdió el título al divorciarse de Egon von Fürstenberg en 1972) le quedan patrones para rato. Además está de plena actualidad. Según apunta el Wall Street Journal, Diane podría estar pensando en retirarse. Aunque de momento en lo que de verdad tiene centradas sus energías es en buscar sucesor a Oscar de la Renta, fallecido hace unas semanas. La publicación americana insinúa que podría ser Michael Herz, su actual director artístico. Pero parece que lo que de verdad la gustaría es dar el testigo a su nieta, Talita von Furstenberg, cuando crezca un poco y pase de los quince años.

Pero volvamos a su lucha contra el sexismo dentro de su industria. Pasarelas, diseños, dinero, modelos… En medio de todo eso, la primera que metió unas gafas de Google en un desfile y una de las primeras en ver el potencial de Kate moss, siempre fue una voz potente y discordante. una voz que demanda: "En la industria de la moda, las mujeres lo tienen más fácil que en otras. Pero creo que no podemos subestimar lo mucho que tenemos que trabajar aún para la igualdad", escribe en 'The women I wanted to be'.

En este sentido, el apoyo de unas mujeres a otras es fundamental: “Me parece muy importante para cualquier mujer que tiene éxito en su carrera el hecho de compartirlo con otras. Es fundamental que una mujer, una vez consigue poder, intente dar poder a otras”.

Incluso suele contar una anécdota a modo ilustrativo que le pasó hace años, cuando empezaba a protagonizar temas: “Salío un artículo sobre mi imperio de la moda en la portada del Wall Street Journal, me sentí muy orgullosa de mí misma esa mañana así que compré el periódico y varias revistas antes de subir a un vuelo a Cleveland. El periódico iba el primero y lo dejé sobre mi ordenador al sentarme. Tenía un hombre al lado y, después de un rato en el que intentó sacar un tema de conversación y me miraba las piernas, preguntó: ‘¿qué hace una chica guapa como tú leyendo el Wall Street Journal?’. Me quedé mirándo sin decir nada. Podría haberle mostrado la portada, pero era demasiado fácil. Desde ese día, el hecho de no haber respondido es una de mis mayores satisfacciones personales que he tenido”.