Mónica Martínez ha convertido el Instagram de Divinity en un lugar de encuentro con mujeres que inspiran, pioneras que, a través de su historia, se han convertido en referentes para otras muchas. En 'Las mujeres nos movemos', su sección, todas las entrevistadas tienen un punto en común: la vida saludable. Y después de estrenar estos directos con una divertidísima charla con la empresaria y gym coach Vikika Costa, ahora le ha tocado el turno a Lucía González-Cortijo, una reputada oncóloga especializada en cáncer de mama.
En sus más de 20 años de experiencia en la medicina, la doctora ha podido demostrar que el ejercicio y la alimentación sana son cruciales para tener calidad de vida, algo clave en su campo. Trabaja como jefa de servicios oncológicos en Quirón Salud Madrid, es la precursora de un movimiento que incita al deporte ('Correr en rosa') y hace tres años creó su propia fundación, 'La vida en rosa', donde fomenta que las mujeres se cuiden en todos los sentidos. Sin embargo, a este directo de Instagram no solo ha venido a hablar de ella. También nos ha ilustrado con esos conocimientos con los que cuenta su "cabeza privilegiada".
En 2019 más de 33.000 mujeres desarrollaron el cáncer por primera vez. Para que nos hagamos una idea, serían 138 casos por cada 100.000 habitantes. Y, según la doctora González-Cortijo, este aumento se debe a que la población cada vez está más envejecida y a los hábitos reproductivos de la gente joven. Cada vez somos madres más tarde. Esto hace que las mamas tarden en desarrollarse, en experimentar esos cambios que aporta la lactancia o las hormonas del embarazo, protectores del desarrollo de tumores.
Con respecto a la autoexploración, aunque no se considera contraria, sí que hace hincapié en la importancia de saber hacerla. "Jamás puede sustituirse por una revisión médica". Además, en esta entrevista para 'Las mujeres nos movemos', la oncóloga ha puesto en valor el papel de Angelina Jolie al contar que había decidido extirparse los ovarios y las trompas y someterse a una mastectomia tras saber que tenía un altísimo riesgo de heredar genéticamente el cáncer de mama que ya había sufrido su madre con anterioridad.