Lo último en succionadores de clítoris, el juguete erótico que sigue revolucionando el mercado

Si ‘Sexo en Nueva York’ hubiese tenido lugar en esta década de los 20 y no en los 90 del siglo pasado, no hay duda de que sus protagonistas habrían abandonado el conejito vibrador por el succionador de clítoris. El famoso vibrador, todo un éxito de ventas, promete llegar al orgasmo en menos de dos minutos, al menos en el 83% de las ocasiones: con esas cifras, no es extraño que el Satisfyer haya revolucionado el sector de los juguetes sexuales femeninos. Ha sido uno de los regalos más demandados en las navidades y cumpleaños de 2019, lo que ha hecho que las listas de espera para conseguir los modelos más populares se alarguen durante meses.

Pero, como todo, hay quien está más a favor y quien opina que el succionador tiene más desventajas que beneficios. En el lado de los defensores, se argumenta que ayuda a desestigmatizar la masturbación femenina, que permite a la mujer reclamar su propio placer y que favorece las conversaciones sobre sexualidad, ayudando a naturalizarla. Sin embargo, sus detractores destacan la rapidez con la que promete hacerte llegar al orgasmo: en una sociedad rápida y estresante, lo que menos se necesita es convertir el sexo en algo aún más productivo, argumentan.

Mientras tanto, el susodicho juguete erótico ha abierto un nuevo espacio de comercio. Ya son varias las empresas que se dedican casi en exclusiva a crear y producir succionadores de clítoris, y cada vez se innova más en el campo, con productos cada vez mejores. En paralelo, y al contrario de lo que se pensaba hace unos años (que era una moda y pronto se pasaría), no deja de ganar adeptas. Hace unos meses, la ilustradora Moderna de Pueblo publicó unas viñetas en Instagram dedicadas al modelo más decente, el Satisfyer Pro 2, y la página web de Platanomelón, uno de los proveedores oficiales del juguete en España, se saturó.

A este juguete hay que reconocerle su labor reivindicativa del clítoris, ese órgano con más de 8.000 terminaciones nerviosas dedicado únicamente al placer. En lugar de estimular el punto G o centrarse en la penetración, el Satisfyer cuenta con una boquilla de silicona médica que se coloca sobre este órgano y lo estimula a través de ondas de vibraciones y pulsaciones. De esta forma, se estimula el clítoris de forma mucho más amplia, con varios ritmos e intensidades.

Las reseñas no dejan lugar a dudas. “El mejor regalo que me han hecho”, cuenta una usuaria; “creía que eran muy exageradas y no era para tanto hasta que lo probé”, añade otra. Ahora bien, hay distintos tipos y cada uno ofrece cosas diferentes. En Divinity.es te traemos algunos de los más populares:

El más popular y económico. Es un auténtico superventas: en la página de Platanomelón aseguran que el 83% de las personas que lo usan llegan al orgasmo en menos de dos minutos. Es sumergible, recargable, tiene 11 velocidades y no alcanza los 50 euros. Es tan popular que cuenta con su propia versión de viaje, el Satisfyer Pro Traveler, también por debajo de los 40 euros.

Uno de las insignias de Lelo: un succionador con ocho modos y sumergible, que promete reservar un 20% de la batería para “seguir teniendo la máxima potencia cuando estás llegando al clímax”. Funciona con ondas sónicas en forma de pulsaciones y es muy silencioso.

Este juguete de Platanomelón promete “una estimulación progresiva del clítoris, sin contacto directo y muy, pero que muy silenciosa”, gracias a su tecnología exclusiva. Cuenta con dos boquillas intercambiables y asegura que te llevara “hasta el multiorgasmo y más allá”.

Uno de los succionadores más elegantes del mercado. También es sumergible y muy silencioso y funciona a través de ondas de presión, por lo que tampoco toca el clítoris. Su batería permite disfrutar de hasta 4 horas de placer y se adapta perfectamente a la mano.

La última apuesta de la marca alemana llegó hace apenas unos meses en forma de dos por uno: el Pro 3 tiene lo mejor de los succionadores y de los vibradores convencionales. Sus motores y niveles de intensidad pueden combinarse de más de 100 formas distintas “para desatar la pasión, rodear el punto caliente y conquistarlo con un placer inolvidable”, según la propia marca. Perfecto para regalar, a otros o a una misma.