Carlos Sobera y su matrimonio con Patricia Santamarina: boda caribeña, dos hijas y momentos complicados

Carlos Sobera lleva más de dos décadas colándose en los hogares de millones de españoles a través de la pequeña pantalla, primero como actor y luego como presentador. Es uno de los rostros más conocidos de la televisión patria, pero, pese a la proyección que le supone su desempeño profesional, el de Barakaldo siempre ha preferido que su vida privada quede en un discreto segundo plano. De ella forman parte personas tan importantes para él como su madre o su mujer, la productora Patricia Santamarina. Con ella ha cumplido recientemente siete años de casados, desde aquella boda por el rito maya en pleno Caribe. Repasamos cómo ha sido la relación entre Carlos y Patricia desde que se conocieron, hace ya casi dos décadas.

Desde que el presentador abrió su cuenta de Instagram en 2015, sus publicaciones han facilitado que sus casi cien mil seguidores puedan conocer cómo es en lo privado Sobera. Y en ello juega un papel destacado su pareja: su primera publicación en esta red ya se convirtió en una declaración de intenciones, posando junto a Patricia en México, días antes de contraer matrimonio. Las imágenes juntos, así como algunas entrevistas concedidas por el conductor de ‘First Dates han ofrecido una radiografía fidedigna de la relación entre ambos.

La televisión fue lo que unió a la pareja a principios del nuevo milenio. Santamarina fue abogada y es productora de televisión desde hace muchos años y trabajaba en procesos de casting para un programa en el que se acabó contratando a Sobera como maestro de ceremonias. Pero, como puntualizaron ambos a Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’, no fue precisamente Patricia la que escogió a Carlos. “Yo hubiera elegido a cualquier que no hubieses sido tú”, reía al recordar sus primeros encuentros, en los que se negaba a dirigirle la palabra. “Me caía fatal, le tenía una rabia…”, se sinceraba entonces.

Fue Valerio Lazarov quien, al pedirle a Patricia que entretuviese durante un tiempo a Carlos en una producción, facilitó que cesasen las hostilidades. Ella cambió el chip, y poco a poco se inició una relación que dura ya casi dos décadas, y que en 2015 se oficializó cuando decidieron pasar por el altar. La pareja escogió Tulum, en México para celebrar una boda caribeña a la que acudieron setenta invitados, y cuyas fotos, vestidos de “normal” según Sobera y siguiendo las indicaciones del rito maya, pudimos ver en sus respectivos perfiles. Posteriormente se casaron legalmente en España.  

La presentación de su pareja ante el gran público llego un par de años después, cuando apareció con ella justo después de dar las Campanadas en Mediaset en 2017. Tras fundirse en un beso, y con la voz quebrada quiso presentarla delante de toda España. “No puedo darles amor sin practicar y predicar con el ejemplo. Te quiero”, se sinceraba el vasco, haciendo referencia a su labor al frente de ‘First Dates’. De Patricia ha dicho, entre otras muchas cosas, que es “una mujer fantástica”.

La familia que forman Carlos y Patricia se completa con sus dos hijas, Arianna y Natalia. Arianna Aragón es hija del primer matrimonio de Santamarina, con Rody Aragón (Sobera también había estado casado previamente, con Elena Casado pero no habían tenido descendencia). Cuando se conocieron el presentador y la productora, la niña tenía apenas cinco años, por lo que Carlos la considera su hija “a todos los efectos”.

Con ella coincidió en el plató de ‘El precio justo’, donde la joven trabajó como azafata. Natalia, nacida en 2008, es hija biológica de ambos. Tanto la mayor como la pequeña aparecen muy puntualmente en las redes, y además Arianna cuenta con perfil propio, en el que se define como artista y donde la siguen más de dieciséis mil usuarios.

Las redes de ambos dan buena cuenta de los instantes felices que comparten, con cariñosas dedicatorias cruzadas y muchas imágenes de los viajes que les gusta compartir. Pero el matrimonio también ha atravesado momentos complicados en estos años de relación. En 2018, el presentador tuvo que pasar por quirófano por una emergencia, debido a la infección de una fístula que se complicó (“con ese tipo de infecciones, si la bacteria entra en sangre te puedes morir en 24 horas”, reconoció a la revista Lecturas posteriormente), pero que afortunadamente se resolvió a tiempo. 

En febrero de 2019 llegó otro episodio durísimo para los Sobera-Santamarina, cuando Patricia sufrió un derrame cerebral debido a un cavernoma. Tres semanas tuvo que estar ingresada en el hospital, en las que hubo que lidiar con los evidentes miedos a posibles secuelas habituales en estos casos. Afortunadamente, no fue el caso de la productora, que se recuperó sin complicaciones.