Almudena Cid está feliz de poder cerrar el 2022 habiendo logrado "romper con unos patrones que tenía adquiridos" y que ya son cosa del pasado. Así lo ha manifestado en su último encuentro con la prensa, donde ha hecho balance de este intenso año que está a punto de terminar y en el que, después de poner fin a su matrimonio con Christian Gálvez, ha vuelto a ilusionarse en lo sentimental gracias a su incipiente relación con Gerardo Berodia.
Aunque, al igual que Laura Escanes, la gimnasta no está dispuesta a ponerle nombre a situaciones que aún no lo tienen, la sonrisa que esboza al ser preguntada por este buen amigo en el VII Brindis Solidario de Bodegas Protos en el que se apoyó la investigación de la Asociación Yo Nemalínica, una enfermedad neuromuscular congénita rara que afecta a miles de niños, podría ser un reflejo de su situación actual.
Cuando se publicaron las primeras fotos de Almudena acompañada por este madrileño de 41 años con un brillante pasado como deportista, su postura fue el silencio. La polémica provocada por su inesperada separación aún era muy reciente como para pronunciarse abiertamente sobre sus inquietudes amorosas tras doce años casada con su ya exmarido.
Sin embargo, con el poso que da el tiempo (y a pesar de que se mantiene firme a la hora de dar detalles sobre este posible noviazgo), basta con ver la entrevista que te ofrecemos en apertura para comprobar lo ilusionada que está por tener a Gerardo en su vida. Hace unos días, este excanterano del Real Madrid que ahora trabaja como representante de futbolistas acudió al teatro para ser testigo de los éxitos de Cid sobre los escenarios.
Por muy importante que sea el papel que ocupa Berodia en su nueva vida, Almudena Cid tiene claro que lo primero son los suyos. De ahí que en cuanto se libere de compromisos profesionales se traslade a Vitoria, su tierra, para pasar Nochebuena y fin de año con sus padres, su hermano, su cuñada y su sobrino Marco, al que ya definió en su día como el hombre de su vida.