Irene Villa tenía 12 años cuando fue víctima, junto a su madre, de un atentado realizado por ETA. 34 años después del episodio que marcó su vida para siempre, la coach y psicóloga se sienta en 'Madres: desde el corazón', el programa de Mitele PLUS que está presentado por Cruz Sánchez de Lara y explora la maternidad a través de entrevistas a rostros conocidos.
En esta charla, Irene recuerda que perdió dos piernas y tres dedos en aquel atentado, mientras que su madre perdió un brazo y una pierna. "El 17 de octubre es un día muy especial. Yo volví a nacer el 17 de octubre. Este año he celebrado más el 17 de octubre, pero yo celebro todo. Mi madre tiene una frase: 'Si no lo hago ahora...' Esa es la filosofía y eso es lo que hago yo también", dice sobre la forma de vivir que eligió entonces, alejada de la maldición y centrada en el perdón. "Hace tiempo que cerré ese capítulo. Lo hice en octubre, el 20, el día de santa Irene. ETA dejó las armas el mismo día que prescribía el atentado ¿Hay sentencia mejor que esa? Que nadie más sufra lo que yo he sufrido", cuenta a Cruz Sánchez de Lara en esta charla.
Siendo una adulta conoció, en una charla de deporte adaptado, a Juan Pablo Lauro, su exmarido, padre de sus tres hijos y prometido actualmente de Nuria Fergó. Con él se quedó embarazada de Carlos, Erik y Gael y en los tres embarazos tuvo que someterse a una cesárea. "No podía engordar más de 9 kilos, tenía que estar a dieta y haciendo actividad física como era la natación, que era lo más fácil. Fue directamente cesárea porque mi cuerpo no podía ponerme en el potro. Tengo la cicatriz de la epidural, pero no quería tener riesgo de caerme o de que algo saliera mal", cuenta sobre algunas de las condiciones que le pusieron los médicos en sus embarazos.
El cuarto embarazo casi la lleva a la muerte. El bebé creció en las trompas y tuvieron que quitárselas, sufriendo así también un aborto que le llevó a la "parte más oscura" de su vida. Aquello también provocó una crisis en el matrimonio, que terminó separándose tiempo después. Fue entonces cuando Irene conoció a David Serrato, su actual marido, que se dedica a la educación de los menores en la etapa adolescente.
En esta charla en 'Madres: desde el corazón' Irene Villa ha contado que son una pareja LAT, lo que significa 'living apart together', es decir, vivir separados juntos. "David vive en Soria de lunes a jueves, el resto de la semana juntos en Soria o Madrid", explicaba. El matrimonio pasa separados cuatro días a la semana y, en ocasiones, ni eso. "Si no tengo niños me voy con él. Es mejor echarse de menos que de más", asegura.
Cuando comenzaron su relación, como David no tiene hijos, Irene le dijo que esos ojos "no se podían quedar sin descendencia" pero que ella ya no podía ser madre de nuevo. "Él me dijo que no, que le dejara ayudarme con la educación de mis hijos en la adolescencia y con eso estaba su paternidad cubierta", cuenta ilusionada Irene, que asegura que aquello le gustó de su marido.
Actualmente la psicóloga considera que tener custodia compartida es "una liberación" siempre que el padre de los niños sea "una persona responsable" que se va a ocupar de ellos "igual que tú".
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