Marina SuchMadrid, 23 MAY 2025 - 11:45h.

Han pasado más de treinta años desde que 'Rebeldes' y 'Risky Business' lanzaran la carrera de Tom Cruise, que entonces tenía 21 años y compartía generación con otras jóvenes estrellas de Hollywood como Matthew Broderick, Michael J. Fox, Sean Penn y los miembros del Brat Pack (Rob Lowe, Andrew McCarthy, Judd Nelson y Emilio Estévez). Siempre tuvo cierto aura de buen chico, lo que le sirvió para interpretar a héroes que pretendían hacer lo correcto aunque todo el mundo estuviera en su contra, y cuando decidía subvertir esa imagen en pantalla, solía encontrarse con el respeto de la crítica.

Ahora, ya pasados los 60, Cruise es, quizá, la última estrella de Hollywood a la vieja usanza que queda, y una que ha otorgado una nueva dimensión a esa peculiar tendencia actual de que los actores que pasan de una cierta edad sigan el camino de Liam Neeson de convertirse en estrellas de acción ya talluditas. En el caso de Cruise, la saga de 'Misión imposible', que finaliza este año con 'Misión imposible: sentencia final', fue su puerta de entrada a Jack Reacher, Minority Report o Al filo del mañana, y ha garantizado que, con cada película, deje un nuevo momentazo que añadir a su carrera.

Tom Cruise, héroe de acción

Lo más destacado de Ethan Hunt, el protagonista de 'Misión imposible', no es solo que se ayude de unas máscaras hiperrealistas para asumir otras identidades o que siempre se vea envuelto en unas complicadas tramas internacionales, sino que Cruise tiene muy a gala ser él mismo quien realiza las escenas de acción. Desde la infiltración en una sala super secreta colgado alambres en la primera película de la saga, el actor ha ido elevando la espectacularidad y el riesgo con cada entrega. Las escenas más recordadas tal vez sean la escalada por el exterior del rascacielos Burj Khalifa en Dubai, en Protocolo fantasma, y el salto en moto por una montaña noruega en Sentencia mortal, un salto que terminaba con Cruise aterrizando en el techo de un tren en marcha.

El poder de Maverick

Casi puede decirse que el actor se convirtió en una estrella de verdad con 'Top Gun', la película de Tony Scott sobre los pilotos que estudian en la Escuela de Armas de Combate de la Armada de Estados Unidos. El enorme éxito de aquella película, totalmente representativa del cine comercial de Hollywood en los 80, hizo que Tom Cruise fuera el tipo de estrella que llevaba espectadores al cine solo porque aparecía su nombre en el póster, algo que ha mantenido en el tiempo. La secuela, 'Top Gun: Maverick,' fue la película más taquillera de 2022 y la que contribuyó a sacar a las salas del letargo en el que habían caído tras los confinamientos por el COVID. Si alguno de los vehículos de Cruise fracasan, como ocurrió con 'La momia' en 2017, se ve como algo ciertamente excepcional.

Las escenas icónicas

Con una carrera tan larga en el cine, Cruise ha participado en numerosas escenas que están grabadas a fuego en la memoria de los espectadores, empezando por su baile, vestido solo con una camisa rosa, por casa a los sones de Old time Rock and Roll en 'Risky Business' (una escena imitada y parodiada hasta la saciedad) a la conversación telefónica del “¡enséñame el dinero!” en 'Jerry Maguire' a la confrontación con Jack Nicholson durante el interrogatorio en el juicio de 'Algunos hombres buenos'. Sí, esa escena que culmina en “¿ordenó usted el Código Rojo?” Y no olvidemos a su productor de Hollywood en 'Tropic Thunder', una de sus pocas incursiones en la comedia más paródica.

A las puertas del Oscar

Pero no todo ha sido únicamente éxito de público. Cruise ha conseguido trabajar con algunos de los directores más prestigiosos gracias a la puerta que le abrieron 'El color del dinero', donde compartió pantalla con Paul Newman, y 'Rain Man', que le valió el Oscar a Dustin Hoffman. Él mismo ha estado nominado a ese premio, como actor, tres veces, por 'Nacido el 4 de julio', por 'Jerry Maguire' y por 'Magnolia', que es la vez que, probablemente, más cerca ha estado de ganarlo con su instructor de un curso para ligar que potencia las actitudes más posesivas y machistas de sus alumnos”.

Las "power couple" de Cruise

Si los logros de Cruise en el cine son más que conocidos, su vida privada se mueve en unos parámetros bastante más discretos, aunque es pasto de rumores, fotos de paparazzi y todo tipo de especulaciones sobre el rol que la Cienciología (de la que es un miembro muy importante) juega en ella. Ha estado casado tres veces, con Mimi Rogers, Nicole Kidman y Katie Holmes, pero es la pareja que formaba con Kidman la que más marcó una época en los 90.

Con ella hizo tres películas, 'Un horizonte muy lejano', 'Días de trueno' y 'Eyes Wide Shut', el último trabajo de Stanley Kubrick y uno que la rumorología apuntaba que adelantaba el divorcio del matrimonio dos años después, en 2001. Cruise mantuvo entonces una relación de tres años con Penélope Cruz, a quien conoció en el rodaje de 'Vanilla Sky' (remake de Abre los ojos, de Alejandro Amenábar), y últimamente se le relaciona con Ana de Armas, con quien se le ha visto ya en varios lugares diferentes. Cruise afirma que, simplemente, están colaborando en varios proyectos.

No, no nos olvidamos del momento en el que se puso a saltar encima de un sofá en el programa de Oprah Winfrey durante la promoción de 'La guerra de los mundos'. Aún hay gente en Hollywood preguntándose a qué vino aquello.