Bruce Springsteen y Patti Scialfa: 40 años juntos, en la salud y en la enfermedad, y 3 hijos
Se conocieron en 1970, pero tardarían 18 años en unirse como pareja
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No hay mucho que decir para presentar a Bruce Springsteen: apodado ‘The Boss’ (el jefe), el artista, que dará dos conciertos este mes (21 y 24 de junio, los dos en San Sebastián), lleva más de medio siglo haciendo la mejor música ‘made in America’. Y, desde el comienzo, o prácticamente, junto a la E Street Band, su inseparable banda de apoyo, que también ha trabajado con muchos de los grandes, desde Bob Dylan hasta David Bowie. Precisamente en esta banda es donde Bruce encontró a su compañera de vida: Patti Scialfa.
La historia de amor que comenzó… mucho antes de comenzar
Patti pertenece a la E Street Band desde 1984. Para entonces, la banda ya llevaba un tiempo trabajando codo con codo con Bruce. Scialfa se incorporó como corista y guitarrista (también es compositora). Pero en realidad, ambos se conocían desde mucho tiempo atrás.
En 1970, cuando la E Street Band aún era el germen de lo que es hoy, Patti pidió ingresar en ella. Pero aún estaba en el instituto. Bruce le recomendó que continuara con sus estudios, y cuenta cómo charló durante horas con ella sobre música: había una conexión, pero tardaría en hacerse realidad.
Patti logró su propósito 14 años después. Poco después, Bruce se casaba con su primera mujer, Julianne Phillips, de la que se divorció en 1988 a la vez que su relación con su compañera de trabajo salía a la luz. En la autobiografía del famoso cantante, ‘Born to Run’, Bruce explicaba cómo Patti y él habían sido dos personas "girando en círculos" y coincidiendo y "tocándose tangencialmente" la una a la otra “durante dieciocho años, antes de conectar”.
Un matrimonio sólido y muy unido
Patti y Bruce se unieron en matrimonio en 1991. Tuvieron tres hijos: Evan James, nacido en 1990 y músico, como sus padres; Sam, el menor, nacido en 1994, y de profesión bombero, y Jessica, de 33 años, que es jinete en la especialidad de salto ecuestre. Cada cual ha elegido su camino dentro de una familia bastante alejada de la idea colectiva que tenemos de los ídolos del rock.
Y es que Bruce y Patti, si bien tienen centenares de amigos ultrafamosos (desde Paul McCartney hasta Mick Jagger), son una pareja que se ha mantenido lejos de ese estilo de vida enloquecido de sexo y drogas del que forman parte muchos de los músicos (el ejemplo más horrible y reciente es el de Puff Daddy). Viven en su Nueva Jersey natal, aunque tienen propiedades en otros estados (la fortuna de Springsteen se calcula en unos 1.200 millones de dólares), cuidándose el uno al otro, especialmente en los momentos duros.
Depresión severa y un cáncer en la sangre
Dave Marsh, biógrafo oficial de Springsteen, explicó cómo el músico lleva muchos años luchando contra una depresión severa, sobrevenida en parte por el miedo del músico a enloquecer, como le sucedió a su padre. La primera vez que se enfrentó a esta enfermedad mental fue en la década de los ochenta, y llegó a tener ideas suicidas. Volvió a quebrarse en torno a 2009-2010, cuando tenía 60 años. Patti estuvo a su lado para ayudarlo a superar este duro momento. De hecho, apenas nota la sombra de la depresión acechándolo, tal y como ha contado el propio cantante, lo acompaña al médico.
Ocho años después, en 2018, las tornas se invertirían. Patty fue diagnosticada con un mieloma múltiple, un tipo de cáncer en la sangre que afecta a la médula ósea. Esto ha hecho que baje notablemente su participación en las giras, ya que debe tener cuidado con su sistema inmunológico, debilitado debido a la enfermedad. A su lado, del mismo modo que siempre ha hecho ella, el amor de su vida: el hombre que 55 años atrás, cuando era un veinteañero, se sentó frente a una adolescente, al fondo de un bar, en un taburete, a hablar de música sin saber aún que compartirían toda una vida.