María Isabel y su prometido se conocieron durante la pandemia: "Nos saltamos las normas"

  • María Isabel tiene un nuevo proyecto laboral: su propio canal de Mtmad, 'Sencillamente'

  • La cantante ha contado junto a su prometido, Jesús Marchena, cómo se conocieron durante la pandemia

  • La primera hija en común de la pareja ha trastocado sus planes de boda y han tenido que aplazar la celebración hasta su nacimiento

Si hace años la conocíamos por su salero y su 'Antes muerta que sencilla', ahora María Isabel ha pasado de ser esa niña que abanico en mano consiguió conquistar a un país entero, a toda una mujer con grandes ambiciones para su futuro, tanto profesionales como personales. A pesar de haber seguido trabajando algunos años en el mundo de la música, tras anunciar el verano pasado su retirada, la onubense ha encontrado ahora en las redes sociales su nuevo proyecto laboral.

María Isabel estrenó hace pocos días 'Sencillamente', su nuevo canal de Mtmad, donde debutaba hablando sobre su cada vez más cercana maternidad y sobre cómo esta noticia ha cambiado su vida. Una semana después ha vuelto a sentarse frente a la cámara para contar junto a su prometido, Jesús Marchena, la polémica forma en la que comenzó su historia de amor

De vivir en el mismo pueblo sin conocerse a saltarse la cuarentena para verse

La joven de 27 años ha colgado un nuevo video presentando a sus espectadores a Jesús, su prometido y padre de su futura hija. A pesar de que sus seguidores de Instagram ya conocían al ayamontino, con este video el joven se ha presentado ante el mundo que ahora rodea a la influencer, a quien ha acompañado contando cómo se conocieron.

A pesar de vivir en el mismo pueblo toda su vida, la pareja no había cruzado palabra nunca. Se conocían de haberse visto por las calles de Ayamonte, pero no fue hasta que María Isabel se atrevió a escribir al joven de 32 años por Instagram, cuando comenzaron a hablar. Aunque al principio se ha resistido a admitir que fue ella quien reaccionó a una historia de su futuro marido, la pareja ha contado divertida cómo tras recibir de la influencer "unas simples palmas", refiriéndose al emoticono de la red social, Jesús se animó a escribir a la que pronto será su mujer. 

Así comenzó su historia de amor, hace dos años y medio, durante la cuarentena que tenía a medio mundo confinado, los jóvenes comenzaron a verse en la clandestinidad que las normas de la pandemia les permitían. "Nos saltamos un poquillo las normas", cuenta la andaluza cómo su novio y ella tuvieron sus primeros encuentros. Jesús aprovechaba cada oportunidad que tenía para acercarse hasta la casa donde la cantante vivía con sus perros. Desde un viaje a la farmacia más cercana al hogar de la influencer hasta acompañarla a pasear a sus perros, los jóvenes aprovecharon cada momento que pudieron para conocerse algo mejor. "Entraste en mi casa y no saliste" comentaba entre risas la artista cómo durante los meses de cuarentena pasaron bastante tiempo juntos en casa de ella.

Un bebé en camino y una boda aplazada

La pareja, además de los detalles de sus primeros días conociéndose, también ha confesado como se siente con el embarazo de su primera hija en común y se ha sincerado acerca del aplazamiento de su boda.

Hace casi un año que la pareja anunciaba su compromiso y lo felices que estaban por poder compartir su vida juntos. Sin embargo, la pequeña que María Isabel trae en camino ha hecho que los jóvenes deban cambiar sus planes y aplazar la celebración hasta que el bebe nazca. "Ahora nuestra prioridad es la bebe" sentenciaba la artista dejando claro que a pesar e querer compartir el resto de su vida con su prometido, el nacimiento de su hija, cada vez más próximo, es lo más importante para ellos.

La bebe, para la cual aun no han elegido nombre, acapara los pensamientos y la vida de sus futuros padres a tiempo completo. La pareja ha compartido en sus redes sociales todo el proceso del embarazo, desde sus primeras ecografías hasta la fiesta gender reveal que prepararon en su honor.

Ahora, la cantante y su futuro marido están centrados en preparar el cuarto en el que recibirán a la pequeña y en disfrutar del tiempo que les queda hasta que la andaluza salga de cuentas.