Ni en la playa, ni en un hotel de lujo, sino en el hospital está pasando María Pombo los primeros días de las vacaciones de Semana Santa. Ella misma es la que se ha encargado de explicar a todos sus seguidores lo que le ocurrió el domingo a Pablo Castellano, su prometido: “Al pobre le dio una gastroenteritis de caballo, no se podía ni mover”, explicaba la influencer en una de sus escapadas para tomar el aire a la salida del hospital.
Aunque lo ocurrido asustó a más de uno, Pombo fue positiva y mandó un mensaje alentador para que nadie se preocupara: “Le tienen ingresado porque quieren tenerle controlado con antibióticos, para que no se deshidrate. Él está mucho mejor, está con muchos ánimos, tiene un poco de hambre, que es buena señal”.
Pese a que se cumple ya su segunda noche durmiendo en el hospital, María no ha dudado en subir una foto junto a Pablo. Los dos juntos, en la cama donde guarda reposo y con el típico pijama verde, pero siempre con el estilo que los caracteriza: “Me toca un caramelo pocho”, ha titulado María con cariño la foto.
Que Pablo está mucho mejor es algo que la propia María Pombo no ha dejado de mostrarnos. “La única persona que conozco que incluso malo y con pijama de hospital está guapo”, escribía en un vídeo donde podíamos ver a Pablo con el gotero en la mano mientras caminaba, pero con una cara estupenda.
Pero la espera parece hacerse larga. “Un día más aquí y pido cama de matrimonio”, escribía esta misma mañana María en uno de sus stories, donde podemos ver a Pablo en la camilla, mientras que ella ha pasado la noche en una especie de cama-colchoneta casi a ras de suelo.
A escasas semanas de su boda, y con su nidito de amor casi terminado, estos dos tortolitos seguro que están deseando seguir dándonos buenas noticias.