Cristo reaviva las peores pesadillas de Esther en una prueba donde el deporte es el protagonista. Esther y Marlene tenían que combinar una falda de fiesta con prendas deportivas. “Aquí (tienda de deportes) estoy rara. No me gusta el deporte, no lo veo necesario, respeto a la gente que lo hace pero yo en mi día a día no lo veo necesario”, afirmaba Esther.