Cristina Pedroche siempre se ha mostrado muy natural a través de las redes sociales. Es el medio que utiliza para comunicarse con cerca de los tres millones de seguidores que siguen su día a día en Instagram. Hace poco compartía “para toda España” los kilos que había engordado durante la cuarentena y ahora, la colaboradora ha querido mostrarse sin filtros antes de pasar por maquillaje y peluquería.
Sin pintar y con el pelo suelto, la mujer de Dabiz Muñoz se ha grabado en primer plano y ha confesado cómo se sentía. “Creo que hoy es el día que más fea estoy de mi vida, me viene bien hasta la mascarilla porque lo disimula”, contaba Pedroche. La colaboradora de televisión estaba esperando para maquillarse y pintarse antes de entrar en plató, pero ha querido mostrarse al natural. “Para que veáis que no me escondo”, les decía a sus ‘followers’ en un tono divertido.
Cristina ha mostrado su rostro completamente al quitarse la mascarilla de la cara, una de las medidas de protección que se han vuelto obligatorias por la crisis sanitaria que ha generado el coronavirus. “¿Qué es eso? Me ha salido una calentura”, comentaba ante la cámara asegurando que se le había puesto “boca de pato”. “Estoy feísima, con ojeras y de todo. Esta es mi realidad”, decía Pedroche.
Esa naturalidad con la que cuenta las cosas es una de sus peculiaridades. En los tres meses que hemos pasado confinados, la presentadora no ha tenido problema en compartir su día a día a través de las redes sociales. Convivir con un chef como Dabiz Muñoz ha provocado que la pareja haya probado y compartido grandes recetas que han experimentado en este tiempo. Pero el momento llegaba y Pedroche se subía a la báscula para conocer su peso actual.
La colaboradora aseguraba no tener “miedo” a subirse a la báscula porque lo había hecho en varias ocasiones durante estos meses y sabía “lo que hay”. 60,6 kilos marcaba la pantalla, por lo que ella misma explicaba que había engordado. Una vez que ha vuelto a la “nueva normalidad”, Pedroche ha podido realizarse uno de los tratamientos que hacía habitualmente antes de la cuarentena. Se trata de la maderoterapia, una técnica de masajes que permite eliminar la retención de líquidos y la celulitis. "Madre de dios, ¿cómo puedo sudar tanto?”, contaba ella misma tras realizarse el tratamiento por primera vez tras tres meses.