Marta Pombo se muestra por primera vez sin filtros: "A lo loco, enfrentándome a mi ida de ojo"

Las influencers ya no quieren filtros. Parece una locura, pero cada vez se convierte más en una realidad. Lejos quedan las fotos editadas en las que corregían imperfecciones y mostraban al mundo una imagen muy preparada. Los nuevos stories de Instagram se han llenado de mujeres que quieren reivindicar la belleza real, sin retoques y mostrando las imperfecciones de su piel. Marta se ha sumado a este reto. La hermana de María Pombo, que contaba hace unos días que no está pasando por su mejor momento, ha publicado uno de los pocos selfies que hay en su muro de redes sociales pero en él destaca una gran diferencia: “sin filtros y a lo loco”.

“Gracias, Lucía Bárcena, por la inspiración de mostrarnos tal cual somos”, ha escrito la influencer en sus redes. Y es que ha sido otra de sus compañeras de profesión quien ha comenzado con una cadena de realidad virtual en la que mostraba los granos de su frente y publicaba un selfie sin ningún tipo de edición. Ese ha sido el motivo por el que Marta Pombo no ha querido dejar pasar la oportunidad de mostrar su pelo natural y su cara sin filtros. “Como veis me han salido varios sarpullidos por la cara, pero bueno, es por la mascarilla. Gracias, 2020”, contaba.

Aunque siempre se pueda caer en la tentación de utilizar los filtros y venirse un poco arriba, la mediana de las hermanas Pombo ha decidido “tirar sin filtros, a pesar de mis granitos y de las imperfecciones”. “A veces utilizaré filtros, pero siempre que pueda mostraré mi yo más natural porque nos tenemos que querer así. En realidad te levantas y eres así, aunque te maquilles un poquito”, aseguraba.

“Es la primera vez que subo una foto tal cual me la hago, sin editar desde el carrete”, aseguraba la influencer, que igual que la mayoría de los usuarios de redes intentaba ocultar las imperfecciones de las imágenes que publicaba. “Otra cosa os voy a decir: es de los pocos selfies que he subido porque no me gusta hacerme selfies”, añadía. “Y segundo, lo más importante, salgo de frente mirando a cámara. Enfrentándome a mis ojos, a mi ida de ojo que no se ha movido esta vez. Mi problema es que cuando miro de frente, en las fotos se me mete un ojo, pero esta vez no”, contaba entre risas.