Tamara Gorro narra su odisea para encontrar a los dueños de un perro abandonado: "Os importa una mierda vuestra mascota"

  • La presentadora ha retransmitido en un multitudinario directo de Instagram cómo ha conseguido que la mascota se reuniese con sus dueños

Para muchos vips, las redes sociales se han convertido en el escenario perfecto para reforzar el vínculo con sus seguidores. Los comentarios en las publicaciones o las rondas de preguntas de Instagram suelen ser un terreno fértil para potenciar esa conexión. Y para muchos otros, los directos son una parte fundamental de ese vínculo. El último ejemplo lo ha protagonizado Tamara Gorro.

La presentadora siempre se ha mostrado muy orgullosa de sus 1,7 millones de seguidores. Su 'familia virtual', como les llama cariñosamente, tiene un hueco muy especial en su vida. Han estado presentes en sus mejores momentos, le han acompañado en sus malas épocas, y le han ayudado cuando ha tenido que enfrentarse a decisiones u obstáculos.

Hace solo unas horas hemos podido presenciar el mejor ejemplo de esta sólida unión. Un directo de Instagram se ha convertido en una auténtica montaña rusa de emociones para la presentadora. Tamara y su marido, el futbolista Ezequiel Garay, están pasando unos días de descanso en Asturias para celebrar el décimo aniversario del inicio de su relación. Y ayer por la tarde, en pleno paseo, se topaban con un perro que parecía encontrarse solo.

La presentadora no quiso eludir la situación, y decidió hacer todo lo que estuviese en su mano que el animal se reuniese con sus dueños. Tamara comenzó a grabarse y, a través del directo en su cuenta, que se prolongó durante una "angustiosa" hora y media, pidió a sus seguidores ayuda para poder encontrar a los dueños.

La retransmisión de Tamara se ha convertido en un éxito absoluto. Hasta el lugar se desplazaron veterinarios, varias familias, amigos de policías, y muchos otros voluntarios. Y finalmente el directo, al que se llegaron a conectar casi 80.000 personas, consiguió su objetivo, encontrar a los dueños del perro (para los que Tamara también ha tenido críticas). "El animalito está feliz, que era lo importante", comentaba ella.

Horas después, tras haber cenado con unos amigos, Tamara y Ezequiel volvían a la autocaravana en la que están disfrutando de esta escapada. Y desde ahí, la madrileña compartía algunas reflexiones de lo sucedido durante el día, poniendo en valor la labor de su público y explicando por qué para ella son realmente una familia y no solo seguidores.

Tamara se refería a los suyos como un equipo que no se mueve por el interés de nadie en particular. "Es acojonante lo que habéis demostrado”, recalcaba, admitiendo lo orgullosa que está de tenerlos y de conseguir cosas junto a ellos. "Soy una puñetera afortunada por teneros", concluía. Ya por la mañana, la extronista ha publicado una imagen en la que ha profundizado en ese agradecimiento a "una gran familia, leal, fiel y lo más importante, con tu misma forma de ver la vida, ayudar cuando alguien lo necesita”, ha confesado.

Pero no todo han sido los agradecimientos y los mensajes de cariño. Tamara también ha tenido algunas palabras más duras para los dueños del perro, a quienes ha recriminado su actitud y su falta de preocupación por la pérdida del animal. "Te importa una mierda tu perro, así lo has hecho ver", ha llegado a asegurar. Pero, para la Gorro, esto no empaña lo conseguido: “Nosotros hemos lo que teníamos que hacer, todos juntos”, ha asegurado.

El nuevo proyecto profesional de Tamara Gorro

La escapada a Asturias con Ezequiel para celebrar su aniversario ha llegado tras el inicio del nuevo proyecto profesional de la influencer. Hace unas semanas anunciaba que tenía que finalizar sus vacaciones en las Islas Baleares para "cumplir su sueño". Tamara ha vuelto a retomar sus estudios y se ha inscrito en un seminario de arte dramático, una materia que siempre le había interesado.

Pocos días después, superados los nervios iniciales, ella misma mostraba sus primeros avances en sus clases. Lo hacía compartiendo un vídeo de una clase de expresión corporal en el que, tan solo ocho días desde el inicio del curso, la madre de Shaila y Antonio se atrevía a realizar un par de coreografías entre aplausos de sus seguidores.